Rincones de Alcalá del Júcar.
Calle carnicería
Calle carnicería.
Cuando el castillo estaba en pleno apogeo, la ladera sobre la que hoy se asientan las calles alcalaeñas era un peñascal sólo practicable por sendas que los del castillo trillaban para subir agua del río. Con el correr del tiempo, Alcalá del Júcar se fue asentando en un lugar de accidentada topografía, por lo que la red viaria se tuvo que adaptar a la pendiente del terreno, estando constituida esta por calles estrechas, adarves, pasadizos y pequeñas plazas que, en realidad, son más angostos ensanches que otra cosa. En la actualidad, esta antigua estructura urbana aún se refleja en el trazado de la población.