Foto: Flickr
Hace unos meses publicaba la primera entrega de "Rincones de trabajo" dedicada a la jardinería. En esta ocasión, me centro en otra de mis aficiones, la costura.Durante mis años de universidad hice un curso de corte y confección. Una de las cosas que más me llamó la atención el primer día de clase fue ver un aula bastante grande, con buenos ventanales y zonas muy acotadas para cada función. Con esta pequeña descripción, os podéis hacer una idea de las tres claves de un lugar destinado a la costura: espacio, luz y orden.
Así como en otras aficiones con un verdadero rincón podemos apañarnos, con la costura hace falta espacio. Una zona para la máquina de coser, una mesa diáfana para poder estirar las telas y otro hueco para poner la plancha... porque sí, la plancha es fundamental para estas tareas.
Como sólo tengo una mesa grande para todo, a veces me veo obligada a utilizar la alfombra como mesa diáfana!!!
Catherine Gratwicke
A medida que uno se adentra en este mundillo, se empiezan a tener muchas telas, retales, hilos, botones, cintas, pasamanerías, adornos y un largo etcétera de pequeñas cosas que hay que tener perfectamente ordenadas.
This is really my life
Aquí es donde se vuelven necesarias las cajas, cestas y muebles pequeños, como los muebles costureros antiguos para hilos de esta foto, que me encantan... (ver esquina inferior izquierda).Foto: Dream Book Design
Otro tema muy importante es la ergonomía. Cuando cosemos, pasamos muchas horas sentados así que la correcta iluminación, las posturas, la comodidad y posición de los muebles son fundamentales. Aquí tenéis una imagen del libro "Las dimensiones humanas en los espacios interiores" de Julius Panero y Martin Zelnik, donde podréis calcular, grosso modo, las distancias y alturas del mobiliario para adaptarlas a vuestras propias medidas físicas.
Por último, sólo queda darle un toque estético personal... ¡y a disfrutar cosiendo!!!!
PRÓXIMA CITA: CALABAZAS DECORADAS (16/10/2015)