El último verano estuvimos en Navarra, de camino a Tudela atravesamos por una ciudad que nos quedamos maravillados con su catedral, así que a la vuelta decidimos hacer un alto en el camino para conocer Tarazona.
Para llegar a Tarazona podemos ir por la autovía A2 o A1 y después coger el desvío por N-122. Además desde Tudela tenemos trenes a Tarazona.
Nuestro inicio del recorrido nos lleva a la plaza de San Francisco, donde se encuentra la oficina de turismo, además de disponer de bastante aparcamiento, ya que la mayor parte de las calles de la zona monumental son peatonales y estrechas, así que mejor dejar el coche aquí y movernos andando.
Nuestra primera parada es el ayuntamiento, con una fachada preciosa de estilo renacentista.
Ayuntamiento de Tarazona
Seguimos en dirección al barrio judío con sus calles estrechas, hasta llegar a las casas colgadas, al estilo de las conocidas casas colgadas de Cuenca, estas casas se construyeron aprovechando la muralla quedando en vilo sobre la calle judería.
Casas colgadas
Volviendo hacia la plaza de San Francisco encontramos tres monumentos, el palacio episcopal (Antigua Zuda musulmana), la iglesia de la Magdalena (con su torre mudéjar) y una curiosa plaza de toros poligonal con viviendas a tres alturas.
Plaza de toros poligonal
Ya de vuelta nos acercamos a la catedral de Nuestra Señora de la Huerta, actualmente está en obras de restauración, pero puede visitarse (la entrada cuesta 4 €). La pena es que no dejan fotografiar el interior.
Finalizamos nuestra visita a Tarazona con un recuerdo a la ciudad que vio nacer al genial Paco Martínez Soria.
Más información
Web de turismo de Tarazona: http://www.tarazonamonumental.es
Dónde comer
Si queréis ir de tapeo por Tarazona nuestra recomendación son Amadeo I (Calle de Marrodán, 2) y Visconti (Calle de Visconti), de lo mejor de Tarazona.
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