Cuba ha demostrado tener voluntad de cambio. Los presos políticos que ha liberado y los que ha anunciado que va a liberar demuestran que se ha iniciado un proceso de apertura necesario.
Lo que ocurre es que mientras somos muchos los que pensamos que es positivo este esfuerzo y que ahora el turno le toca a USA, que debe levantar el bloqueo y a la UE que debe echar una mano para que este proceso no se pare, ahí están los de siempre tratando de romper esta esperanza, y hablando de operación de maquillaje, de falsa apertura, de una campaña publicitaria, justo esos que nunca reconocerán a Cuba hasta que ésta se rinda y vuelve a ser la Cuba de los años 50.
No hay nada más que leer a Moragas, la voz de los peperos cuando de Cuba se trata, y darse cuenta de que este partido –jamás han pedido el levantamiento del bloqueo porque no les interesa los sufrimientos del pueblo cubano, sino la sumisión de su gobierno-- en unión con lo más casposo de los cubanos ultraderechistas sólo ven una salida, la rendición total del gobierno cubano y la vuelta a “su época dorada”, la Cuba de Batista.
No son capaces de entender que la situación no es blanca o negra, que los pasos hay que darlos por tiempos, que Cuba no puede perder lo positivo que ha sido capaz de adquirir durante tantos años, a pesar de los pesares, y que para que se aleje de la dictadura ha de contar con los medios necesarios.
El bloqueo debe desaparecer y entonces Cuba ha de demostrar que sus pasos hacia la libertad de expresión son definitivos. Si no es así, Cuba seguirá aislada y se cerrarán las puertas que se han abierto. Aunque al PP no le guste, Cuba ha de elegir su propio camino. Y en ese camino no está la sumisión ante USA. Ese camino libre ha de recorrerlo al lado de los otros países iberoamericanos que hoy, afortunadamente, tienen un modelo autónomo y no dependiente de las potencias mundiales.
El primer paso ya lo ha dado Cuba, ahora le toca jugar a USA. El pueblo cubano no puede ni debe soportar un día más un bloqueo injusto que le perjudica. Y sin movimientos por parte yanqui, será difícil que este proceso siga su curso. La rendición no llegará por mucho que se empeñen aquellos que esperan hacer de Cuba uno de sus países acólitos.
Salud y República