Revista Cultura y Ocio

Ringo Deathstarr: nos suena de algo

Por Poplebon

Ringo Deathstarr: nos suena de algo

La columna “Novedades” tiene un crecimiento análogo al de la progresión geométrica. Es imposible tener un status actualizado de las bandas que existen en la actualidad. Nacen, mueren, se disuelven, se alían y se dispersan. Y sin embargo, no nacen estilos nuevos cada día, la capacidad de innovación es limitadísima, a tenor por lo que uno va escuchando por ahí. ¿Las seis cuerdas tienen sus limitaciones?

De tanto en tanto surge una banda que marca el camino a seguir durante los próximos años. Y más que de bandas podríamos hablar de discos. Hay discos que se convierten en faros para un montón de gente que se divierte en el interior de un local con una batería, un bajo y una guitarra. Se me ocurren muchos, y de muchos estilos. Hay discos que son apabullantes y otros que no tanto pero que ponen soundtrack a nuestras vidas.

Psychocandy y Loveless son de esos artefactos que pueden llegar a ser como una losa para sus creadores, que marcan un antes y un después y sobre todo un camino a seguir. Hace más de 20 años de estos dos ejemplos y todavía hay bandas que se esmeran en aproximarse a ellos. El problema es si el producto final es consistente o no.

Ringo Deathstarr ya destilan mitomanía desde –incluso- el nombre; y se saben la lección, han tirado del “How To” y han elaborado un álbum donde la melodía siempre está enterrada bajo capas de distorsión, los coros chica-chico generan duelos que acaban perdidos en un remolino fuzz y resultan más efectivos que los solos.

Tengo la impresión de que esta banda debe de funcionar mejor sobre un escenario, rebosa juventud, urgencia y seguro que tocan a un volumen que te deja aturdido durante algunas horas después de la última nota, y eso es lo que vas a buscar cuando vas a un concierto de una banda noise. Pero en formato disco me dejan un poco frio, y no porque los temas no sean buenos, pero no encuentro coherencia. Ringo Deathstarr se limita a picar de allí y de allá como si de una especie de búsqueda interior se tratase.

Las influencias están ahí y son lo que son, los temas pueden salpicar cualquier recopilación y darle el subidón que necesita, pero no puedo dejar de pensar que esta banda no saber vestir sus fuentes de inspiración con su propia personalidad; algo que sí que supieron hacer –y muy bien- contemporáneos como A Place to Bury Strangers o The Pains of Being Pure at Heart.

Esperemos que su próximo trabajo sea la confirmación de que serán una banda a tener en cuenta. Entretanto puedes hacerte con Colour Trip en amazon / insound

Comparte y disfruta:
Facebook
Twitter
MySpace

Entradas relacionadas


Volver a la Portada de Logo Paperblog