Hay cosas para las que una nunca está preparada y esta es una de ellas: vuelve a nuestras vidas la riñonera. Si, siento tener que ser yo la que os de esta mala noticia pero Karl Lagerfeld las ha vuelto a poner en circulación junto a las zapatillas de deporte, las coderas y las rodilleras en su último desfile para Chanel, una manera algo peculiar de intentar innovar en lo que haute couture se refiere pero que a mi me parece un auténtico disparate.
¿Por qué contaminar la alta costura con este tipo de accesorios que no aportan nada? Con lo que nos costó desterrar la riñoneras de nuestros estilismos - si, yo he tenido riñonera de pequeña, era de flores a juego con un pichi - ¿a que viene resucitarla ahora? Aún recuerdo con auténtico horror a aquellos señores con riñoneras negras cargadas hasta los topes paseando plácidamente por el mundo sin percatarse de la desgracia que esto suponía para nuestras retinas. ¿Y que me decís de las coderas y las rodilleras? Karl, creo que se te ha ido un poco la olla...
Tengo la sensación de que algunos diseñadores se ven en la obligación de estar constantemente en boca de todo y todos y, por ello, nos "deleitan" cada temporada con tendencias imposibles solo aptas para el maravilloso mundo de las pasarelas o celebrities con el gusto equivocado.
¿Todo triunfa en el mundo de la moda? ¿Nos ponemos todo lo que nos ponen por delante por el simple hecho de ser tendencia?
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