Revista Cine
Director: Howard Hawks
"Rio Lobo" es además la película con que Howard Hawks cerró su filmografía, la película con la que se despidió del cine. Y lo dije ayer: me gustó. Han sido westerns sensacionales los de estos días. Westerns de Howard Hawks, un verdadero coloso. Ahí queda todo dicho. Pero, por supuesto, no puedo dejar todo así como así y deberé soltar la sin hueso un poco, para decir lo justo y necesario, que no será mucho porque todo se concentra en la expresión: "'Rio Lobo' me pareció un genial western".
En "Rio Lobo", como en "El Dorado", Hawks tampoco lleva a cabo eso de la desmitificación que elabora en "Red River" y "Rio Bravo". "Rio Lobo" también es una película compacta en ese sentido, acaso un western tradicional, pero hecho por Hawks y con esa dureza de la época. No obstante ser una película "compacta", destaca su argumento dinámico, de varias capas, siempre en movimiento, que comienza durante la Guerra Civil estadounidense, en donde John Wayne interpreta a un coronel de la Union que anda tras la pista de un grupo de confederados, los antagonistas (los primeros), que les pasan robando oro, para poder financiar un ejército empobrecido y que ya estaba en las últimas, para acabar como una nueva versión, con sus interesantes vueltas de tuerca, de algunos elementos argumentales de "Rio Bravo" (la cárcel, las encerronas, los intercambios de prisioneros), aunque acá lo que importa es que, más allá de esas atractivas similitudes, "Rio Lobo" tiene personalidad, entidad, una intención (aunque sea el tradicional "buenos enfrentándose a los malos", pero es que hasta lo tradicional se ve subvertido por el buen Hawks y su mano firme, su potente ejecución). Y resulta que la guerra termina y la trama se abre, pero sin perder el foco en los personajes, sin romper la columna vertebral del relato, confluyendo todo en un conflicto capaz de aunar sus múltiples rostros con solvencia y contundencia, y es que después de la guerra, John Wayne busca a unos traidores que vendían información (a los confederados, claro), y uno de los confederados está en problemas con un corrupto y tiránico sheriff local, que le hace el trabajo sucio a uno de esos "hombres de negocio" dispuestos a todo con tal de acaparar tierras, y como el buen amigo Wayne es muy amigo de sus amigos (además de ser un hombre justo), allá va a dar una mano, siempre teniendo presente que de este entuerto podría salir la verdad que anda buscando. Y yo no puedo reprochar nada, me ha encantado esta película tanto como las otras; me ha encantado esa sutil dureza con que Hawks ejecuta la historia; me ha encantado el elemento rabioso de la historia, con personajes hartos y cansados de la injusticia, de la impunidad de los hijos de puta, que no la sacarán barata eso pueden darlo por hecho; me ha encantado el desenlace, ese tiroteo final; y me ha encantado ver a Jack Elam, primera vez que le veo en un papel que no es de sujeto inmoral, vicioso, repugnante, villano a fin de cuentas (y si no era villano, al menos siempre quedaba como alguien extraño y desagradable que no volvía a aparecer después de ponernos nerviosos con su rostro de bestia hambrienta y sedienta), al contrario, el suyo es el papel del viejo excéntrico y simpático en su excentricidad, pero sin tampoco dejar de ser el viejo y alocado e implacable Jack Elam de siempre.
En fin, despedirse con una película así, "Rio Lobo", genial película, no lo cuenta cualquiera...
(Tan entusiasmado me han dejado estos westerns que, lo prometo -sobre todo a mí-, no tardaré en ver otros westerns prontamente).