Si bien a lo largo de las primeras páginas, la novela podría confundirse con una clásica comedia de enredos e incluso parecería seguir su receta: una mujer que debe viajar dejando a su marido y a su hijo adolescente con la responsabilidad de sacar adelante una semana que, a todas luces, se imagina conflictiva, de a poco nos vamos dando cuenta de que Río Negro es mucho más que eso. A lo largo de las páginas, de la comedia no quedará nada, o sí, porque es una novela donde el humor, aunque se atraviesen las situaciones más siniestras, nunca está ausente. Y la mayoría de esas situaciones tienen un disparador común: el empeño de un padre, escritor de cierto éxito, en que la vida de su hijo adolescente que, en lo que parece un desafío, declara que también quiere ser escritor, se encarrile hacia lo que él considera correcto: el proyecto de una carrera, el debut sexual, el consumo de alcohol y marihuana. En forma paralela a la historia principal, se narra la del río, que corre detrás de la casa de los protagonistas y que parece reflejar el desmoronamiento de la sociedad a su alrededor. La podredumbre de sus aguas es reflejo, o causa, de los cambios que a lo largo de los años acontecieron en la ciudad de Resistencia y en sus habitantes. La época de esplendor del Río Negro, se asocia a la infancia del personaje y se vuelve símbolo de la decadencia que parecería traer aparejada la edad adulta o madurez. Lo cierto es que nadie parece escapar al influjo de esas aguas pestilentes, tampoco los protagonistas que, siguiendo con la idea de la comedia de enredos, se internan en situaciones cada vez más escabrosas que Quirós, con una prosa notable, logra sostener sobre una línea que se tensa sobre el abismo de temáticas nada fáciles de tratar.
Sebastián Grimberg
- Rio Negro (Novela ganadora del Segundo Concurso Nacional de Novela Laura Palmer no ha muerto, año 2011)
- Mariano Quirós
- Gárgola
- 187 páginas
- ISBN 978-987-613-084-4