Por Ghiovani Hinojosa
Este 2 de setiembre se inaugura el III Salón Internacional de Humor Gráfico en Lima. 120 ilustradores de 48 países expondrán sus mejores trabajos sobre la crisis del agua en el planeta. Este es un adelanto exclusivo.Una imagen vale más que mil tratados. En este caso, más que cientos de compendios estadísticos sobre la escasez del agua en el mundo. Una ilustración exagerada zarandea mejor la conciencia que largas argumentaciones científicas. Y es que somos animales lúdicos, criaturas propensas a la risa provocada. Con una curva en los labios –extraña ironía– comprendemos mejor que el planeta se está secando, que los ríos transportan cada vez más desperdicios, que no es disparatado hablar de belicismo hídrico.
En el futuro, las guerras se disputarán por el acceso al recurso líquido; el agua es el petróleo de este milenio. Estos supuestos angustian a un sector cada vez más ancho de la humanidad. ¿Estados Unidos invadió Irak como parte de una estrategia petrolífera que también tiene en la mira los ríos Tigris y Éufrates, milenarios bastiones de la cultura de Mesopotamia? ¿El que se mencione “terrorismo” cada vez que hay problemas en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay es una excusa para que alguna de estas tres naciones se apodere del Sistema Acuífero Guaraní (reserva de agua subterránea)? La preocupación tiene asidero: la ONU ha proyectado que la demanda de agua potable será 56% mayor a la oferta actual en el 2025. Y si Sudamérica tiene casi la mitad de reservas de agua dulce del mundo, nos preguntamos si esto es una bendición o una amenaza.
El III Salón Internacional de Humor Gráfico, que se realiza por tercer año consecutivo en nuestro país, plantea esta problemática a punta de sarcasmo. Ciento veinte obras visuales provenientes de 48 países martillan los ojos con ideas poderosas y osadas. “El arte no sólo es un fin, sino también un medio. Nosotros llevamos un mensaje distinto en torno a la defensa del medio ambiente. No es el discurso habitual, el volante, el libro. Sacamos el humor gráfico a la calle; son mensajes que realmente llegan a la gente”, dice el caricaturista arequipeño Omar Zevallos, uno de los organizadores del evento.
Su cómplice en esta cruzada ecológica es la empresaria Rocío Oyanguren, gerente de Comunicación Activa. Desde que empezó la muestra el 2008, con el tema del calentamiento global, el objetivo de este dúo ha sido arrinconar al hombre de a pie contra su realidad. La llave a su conciencia es una carcajada. Cinco millones de visitantes abrieron sus puertas cerebrales el año pasado.
Se vienen los grandes
Los cubanos Ángel Boligán y Arístides Hernández “Ares”, dos maestros del trazo de talla mundial, no tuvieron mejor idea para medir su potencial humorístico que iniciar un duelo gráfico para ver quién llegaba primero a los 100 premios. El primero, ilustrador del diario El Universal de México; y el segundo, psiquiatra de chispa incisiva, se porfiaron luego de despuntar en exposiciones internacionales. Hace pocos días, el desafío terminó por una razón de fuerza mayor: el padre de “Ares” enfermó, y este le propuso a su contrincante suspender el reto. Boligán ganó con 45 laureles obtenidos desde enero del 2009.
Ambos son invitados de honor del salón internacional de humor gráfico. También vendrá a nuestro país –por primera vez– el ilustre caricaturista argentino Carlos Loiseau, para los amigos de la risa reflexiva “Caloi”. Creador de la tira cómica “Caloidoscopio” y del personaje “Clemente”, sus dibujos roban sonrisas a los lectores del periódico Clarín. Completan el grupo de visitantes el artista plástico cubano Raúl de la Nuez y el caricaturista colombiano Fernando Pica. Pondrán el pecho por el Perú Carlos Tovar “Carlín”, ilustrador de esta casa editora, Mario Molina, Julio Carrión “Karry”, entre otros.
Más de 1,500 millones de niñas y niños menores de cinco años mueren cada año por la mala calidad del agua. Una fuga en el wáter de nuestro baño supone el desperdicio de 83 mil litros de agua potable en 12 meses. Datos que deberían zamaquear nuestra (in) conciencia y promover el uso medido y eficaz de este recurso. Si estas cifras no son suficientes, puede ir a dar una vuelta por el salón del humor gráfico. Verá que esto no es broma.
La República