Rita, Almeida y el virus

MENTIRÍA SI DIJERA que me ha sorprendido lo ocurrido en el palacio de Cibeles durante el primer pleno municipal desde que se decretó el estado de alarma. Si me apuran, diría que no esperaba otra cosa. Y lo que sucedió este viernes es algo tan sencillo como que, en las actuales circunstancias, Más Madrid, el grupo de la oposición con más concejales, que tiene experiencia de Gobierno, haya ofrecido su "apoyo total" a Almeida ante la crisis al entender que "quiere lo mejor para la ciudad".

Y lo mismo habría ocurrido si, en lugar de Rita Maestre con su "lealtad crítica", hubiera intervenido Manuela Carmena como portavoz. La semana anterior, en Onda Madrid, la exalcaldesa junto a sus antecesores (Botella, Gallardón, Álvarez del Manzano y Barranco) ya había dejado bien claro que "en el profundo sentido de democracia", hay que apoyar a las instituciones y "olvidarse de etiquetas políticas" para "pensar unidos y buscar la mejor forma para salir de este terror".

Que dos grupos municipales tan radicalmente distintos, en las antípodas ideológicas como dijo Almeida, puedan aparcar sus naturales diferencias y admitir que, pese a ello, y en unas circunstancias tan dolorosamente excepcionales, les importa más actuar unidos que desgastarse en batallas estériles, dice mucho de ellos. Otros, en otras instituciones, bien podrían seguir su ejemplo, aunque esa es otra historia.

El "apoyo total" de Más Madrid a Almeida por su "esfuerzo visible" para "no enrarecer el ambiente", no es incompatible con el ejercicio de la labor de oposición como cuando Rita Maestre la hizo ver al alcalde su silencio sobre la alta mortalidad en las residencias de mayores, competencia de la Comunidad de Madrid. "En este caso, a diferencia de lo demás, te comportas no como el alcalde Almeida sino como el militante del PP Almeida y no es positivo", le lanzó Maestre.

En esa misma línea, el también concejal de Más Madrid José Manuel Calvo aprovechó su intervención para agradecer que Almeida "no haya utilizado a las víctimas para fines partidistas". "Es algo que le honra −defendió el que fuera responsable de Urbanismo con Carmena−, aunque algunos compañeros de su partido no han hecho lo mismo. Usted es la cara amable del PP y ha acertado y lo ha hecho mejor cuanto más se ha parecido a su antecesora". Algo contamos también aquí hace ya un mes sobre la "sensatez" de Almeida.

Como era previsible, el debate entre Almeida y los concejales del PSOE, incluido el portavoz Pepu Hernández, tuvo un tono más agrio, como consecuencia del enfrentamiento entre el PP y el Gobierno de Sánchez, sin que eso haya mermado la posibilidad de que el Ayuntamiento pueda acordar los 'Pactos de Cibeles' que propuso Más Madrid, y que deberían incluir también a organizaciones sociales, sindicatos y empresarios, para facilitar la reconstrucción económica y social de la ciudad cuando el Covid-19 lo permita. "Nadie supo prever las dimensiones de esta crisis", defendió el portavoz socialista que, tirando del "argumentario de Moncloa", según Almeida, tachó de "ridículas" las acusaciones de improvisación a Pedro Sánchez.

No todo es perfecto, ni mucho menos, en las relaciones políticas del Ayuntamiento de Madrid, pero pasará mucho tiempo antes de que pueda olvidarse el ejemplo de unidad de Maestre y Almeida. Estaría bien que otros aprendieran la lección, al fin y al cabo, por encima de los naturales intereses de los partidos está, o debería estar, el interés común en una situación tan dramática. Y ya habrá tiempo de que cada uno asuma sus responsabilidades. El presidente del Gobierno en primer lugar, naturalmente que sí.

De momento, lo que parece evidente es que, en este caso, como en la vida en general, cuando todo se complica, se multiplican las oportunidades de aprender que las buenas acciones cuentan. En ningún sitio está escrito que la política deba ser ajena a la vida misma. Rita Maestre y José Luis Martínez Almeida merecen un aplauso. Que cunda el ejemplo.