Rita Rodríguez es licenciada en Filología Hispánica. Cuenta con más de veinte años de experiencia profesional en el mundo editorial y la gestión cultural. También ha ejercido la docencia en las disciplinas Lengua y literatura española y Español como lengua extranjera.En el año 2018 funda Entelequia Cultura, una iniciativa cuya actividad se centra en la organización de encuentros culturales con reconocidos autores y artistas. Paralelamente organiza tertulias e imparte talleres de lectura analítica en Barcelona. Ha formado parte del equipo docente del Máster de Edición Profesional de Taller de los libros, en sus sedes de Madrid y Barcelona.Colabora habitualmente con diversas revistas culturales escribiendo artículos y reseñas críticas de libros. Parte de sus creaciones se han publicado en antologías y revistas de España y América Latina.
P.- Escritores y artistas en un retiro cultural. No es un taller, son minivacaciones. Cuéntanos cuál fue tu pretensión al crear Entelequia Cultura y cómo se gestó.
R.-La idea de poner en marcha un proyecto cultural se estuvo gestando durando mucho tiempo en mi interior, aunque no sabía muy bien cómo darle forma a dicha inquietud. Lo único que tenía claro es que debía ser algo novedoso y alejado de los circuitos convencionales. Salvando las muchísimas distancias, se me ocurrió emular las reuniones que se llevaban a cabo en la antigua Grecia. Contaba con experiencia en la organización de este tipo de encuentros, así que en cuanto las circunstancias fueron propicias me lancé a la aventura y creé Entelequia Cultura.
P.- Emprender un negocio cultural en España puede ser arriesgado. Ya llevas casi un año y medio, ¿cómo está siendo la experiencia?R.- Sí, emprender un negocio en este país es arriesgado, si además está relacionado con la cultura el riesgo se multiplica por mucho. La verdad es que me encontré con algunas dificultades a la hora de registrar la actividad. Una de ellas fue la obligatoriedad de inscribirme como agencia de viajes —porque los eventos duran más de veinticuatro horas— y los altos costes que ello implica. No es fácil, pero confío en que poco a poco la balanza se equilibre.P.- ¿Cómo es el tipo de gente que acude a estos retiros?R.- Los perfiles de las personas que acuden son muy dispares, tanto en lo referente a edad como a profesión o procedencia geográfica. Sin embargo, existe un vínculo común entre todas ellas: poseen una sensibilidad exquisita.P.- Cultura, belleza paisajística, confort y buena comida. Yo iría de cabeza. Pero, ¿qué te gustaría modificar en un futuro?, ¿qué líneas adoptarías?R.- El modelo establecido de «retiro cultural» se va a mantener intacto. En estos encuentros contenido y formato van de la mano. Para mí es tan importante la calidad de los talleres que se imparten como el bienestar, la gastronomía, el entorno… Se trata de nutrir todos los sentidos. Ahora bien, como entiendo que no a todo el mundo le resulta fácil ausentarse durante todo un fin de semana, también estoy ofreciendo talleres intensivos de una única jornada. Aunque en estos casos no se contempla alojamiento, intento reproducir —en la medida de lo posible— el mismo ambiente de diálogo y relajación. En cuanto a líneas, la idea es abarcar diversos ámbitos, no limitar los encuentros en torno a la literatura sino a todo tipo de manifestaciones artísticas.P.- Ginés S. Cutillas o Sara Mesa son algunos de los autores que encontraremos en los siguientes meses. Háblanos de los nuevos eventos que hay en la próxima temporada 2019-2020.
R.-Además de los que citas, también tenemos programado este año un taller con la artista Paula Bonet en el que se combinará escritura y pintura y que impartirá en su propio estudio el sábado 23 de noviembre. Por lo que respecta a los eventos del 2020 los iré presentando paulatinamente en la web de Entelequia Cultura. Prefiero no adelantar nada, pero te aseguro que serán preciosos.
R.- Lamentablemente, como todo hoy día, la cultura también se mide en cifras y parece no interesar a nuestros gobiernos. Las artes y las humanidades están siempre en su punto de mira. Todo lo que esté orientado a potenciar el pensamiento crítico y el desarrollo de las cualidades discursivas, va en contra de los intereses dominantes. Ojalá supiera cómo cambiar esa «tendencia». Creo que no somos pocos los que aportamos un granito de arena —tú también lo haces— para intentar revertirla.P.- ¿Estás contenta con lo que has conseguido?, ¿por qué?R.-Sí, estoy contenta. Para mí es muy reconfortante ver cómo inciden estos encuentros en la creatividad de las personas que asisten. Es maravillo, además, ver cómo se crean verdaderas relaciones de amistad que se prolongan en el tiempo. Son muchas las personas que repiten la experiencia, sin importar los miles de kilómetros que tengan que hacer para asistir. Para mí es una garantía de que lo estoy haciendo bien.
www.entelequiacultura.com
P.- Tienes 20 años de experiencia en el sector cultural literario español, ¿se te ocurre alguna idea para incentivar la lectura en adultos?R.-No es fácil conseguir que lea quien nunca ha tenido el hábito. Difícilmente asistirá a un club de lectura quien no lee. Tal vez la oralidad sería una vía para despertar el interés lector en adultos. Explicar «historias» que aviven el deseo de conocer más sobre ellas.P.- Una cuestión espinosa. Has formado parte del equipo docente del Máster de Edición Profesional de Taller de los libros. ¿Qué ocurre con los másteres en España?, ¿por qué apenas tienen salidas y existe la opinión generalizada de que el contenido es pobre?R.- Yo no he cursado ningún máster y por lo tanto no puedo opinar desde la perspectiva de alumna. Sí puedo decirte que, a menudo, cuando he consultado los programas de algunos de los que se ofertan, en ámbitos que conozco bien, he observado muchas carencias de contenidos. Eso fue, precisamente, lo que me llevó a ponerme en contacto con Taller de los libros y proponerles impartir una materia que no estaba contemplada en su programa y que bajo mi criterio era muy importante. Aceptaron y la impartí durante el pasado curso 2018-2019 en sus sedes de Madrid y Barcelona. Poco más puedo añadir al respecto.P.- Por último, ¿qué novela de un autor español nos recomendarías para salir de la depresión postvacacional?R.-Pues más que recomendar una novela, para salir de la denominada «depresión postvacacional», recomendaría no delegar hasta ese periodo —en la medida de lo posible— el permitirnos disfrutar de lo que realmente nos entusiasma. El antídoto es regalarnos minivacaciones a lo largo del año.
Si he de recomendar un libro en este momento, y teniendo en cuenta que en mis lecturas no busco el entretenimiento sino algo que me remueva, aconsejo leer La danza del sol de Isabel Alba, publicada por Acantilado, cuya trama casualmente sucede durante un periodo vacacional. Una novela coral, muy bien estructurada, que sacude.
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