Rita y Champagne: la virtud de los extremos

Si te pillan con tres años encaramada a la cocina de tu casa experimentando con lo que tienes a mano, probablemente sea porque lo tuyo es algo más que vocación. Con las manos en la masa cogieron a Sahily Romero cuando era niña y ese afán de mezclar, combinar y de llenarse de harina hasta los codos ha derivado en una combinación más que arriesgada pero deliciosa y sorprendente.

La pizza, el champán y las recetas mediterráneas conforman los tres pilares de Rita y Champagne, un original restaurante de las Salesas regentado por Alain de Cárdenas y Sahily Romero en el que la gastronomía se da la mano, además, con el mejor arte cubano. 

La idea de maridar pizza y champagne, a priori algo extravagante, no es suya, según me cuenta Alain. Fue la reina Margarita de Saboya, en cuyo honor se creó la pizza Margarita (masa, tomate, queso y albahaca en referencia a la bandera italiana), la que ideó esta combinación para calmar los enfados de su marido Francisco, que detestaba ver a su señora paladeando con tanto gusto una comida tan plebeya. Con el champagne, la reina (que ha quedado como Rita en el restaurante) daba un toque aristocrático a la pizza, que ahora en Madrid se degusta sin pagar como si fuéramos reyes. El precio medio de una cena en Rita y Champagne oscila entre los 25 y los 35 euros (con champán de la casa)

Las originales pizzas de Rita, que mezclan ingredientes variados sin miedo, logran el toque final en un horno de piedra volcánica del Vesubio traído directamente de Nápoles. “Sahily sabe que todo lo que toca está bueno y se siente capaz de arriesgar en sus recetas”, revela Alain.

El resto de la carta es divertida, fresca y sin complejos. Con platos basados en la gastronomía mediterránea, Sahily les da su toque personal arriesgado conformando combinaciones sencillas, delicadas con sabores potentes, que no dejan indiferente como los huevos y setas con jamón, patatas y crema de trufa blanca, las cremas de legumbres con jamón o las torrejas (que no torrijas), un dulcísimo postre cubano acompañado de helado.

Cuentan con menú del día consistente en una selección de platos de la carta a menor precio, excepto los viernes, en el que se permiten hacer un guiño a la gastronomía cubana. Ropa vieja, moros y cristianos y distintos postres animan, antes del fin de semana y por petición de sus clientes más fieles, el previo a la sobremesa. Rita tiene un horario ampliado para alargar la comida hasta la merienda, el afterwork y la cena todos los días.

Porque Cuba es la cuna de los propietarios de este restaurante, que dedica sus paredes a los artistas más punteros de su país de origen. Todo proviene de la colección personal de los dueños, comprometidos con el arte de su patria, incluida la curiosa instalación Viapi, situada en la zona más informal, de mesas y sillas altas. Remite a una pintada que la artista leyó en una pared de La Habana: “Tu te crees la bailarina del Viapi”, escrito como se lee en castellano y ese curioso reproche se ha quedado plasmado en las paredes.

El resto de la decoración es brillante, con gusto por las mesas redondas con sillas vintage y las lámparas e instalaciones luminosas, todas diferentes. Desde fuera, no se anticipa lo que se va a encontrar, ya que la puerta parece de una vivienda privada. No hay que temer subir la escalera hacia el cálido ambiente de Rita.

Pero no podemos abandonar el sitio sin dedicar unos minutos a Fran, el encargado de la coctelería de Rita. Dicharachero y hablador, prepara las comandas sin dejar de sonreír y de contar curiosidades. Dicho y hecho, prepara el coctel de la casa: mojito champán, para terminar de unificar todos los pilares de Rita y que los clientes se vayan a casa con una sonrisa.

Los datos: Rita y Champagne. Calle Orellana, 1. 917 02 42 34. Tienes todas las novedades en su Facebook, su Twitter. Horario: de 13:30 a cierre.