Título: Ritos funerariosAutora: Hannah KentEditorial: Alba, 2014Páginas: 381.
SINOPSIS.
Basada en la historia real de la última mujer decapitada en Islandia, acusada del brutal asesinato de dos hombres, Ritos funerarios es una novela de suspense y de pasiones íntimas con el trasfondo del paisaje helado de la Islandia del siglo XIX.
Agnes, mientras espera la hora de su ejecución, es confinada en la granja de un matrimonio y de sus dos hijas. Horrorizada, la familia ni siquiera quiere hablar con ella. Tan solo el joven ayudante de un pastor intenta comprenderla y salvar su alma. A medida que sus conversaciones progresan y el invierno deja su huella, el dilema se afianza: ¿fue Agnes culpable o no de los terribles hechos de que la acusan?
IMPRESIÓN PERSONAL.
Agnes Magnúsdóttir está sentenciada a morir, junto a dos personas más, por el asesinato de Natan Ketilsson, su anterior jefe, y Pétur Jónsonn, además de por intentar encubrir el asesinato quemando la propiedad. La autora nos lleva a la Islandia de 1829 y mientras transcurre el tiempo necesario hasta la ejecución, Agnes es trasladada para vivir custodiada en la granja de la familia de un alguacil, casado y con dos niñas, que han de acogerla de forma obligatoria hasta el día de la ejecución.
Monumento última ejecución en Islandia
Evidentemente para la familia no supone ningún plato de gusto tener que alojar a una asesina no sólo por tener que convivir con ella, con el riesgo que eso supone para sus propias vidas, sino porque eso produce en el entorno todo un cúmulo de murmuraciones. Sin embargo, la novela nos plantea como la convivencia con ella hace que la propia familia se empiece a cuestionar, viendo su comportamiento, si realmente la mujer es culpable o no. Su manera de pensar va evolucionando a lo largo de toda la novela de tal modo que muchas veces se diluye esa diferenciación que en un principio se daba entre familia y presa y es como si Agnes fuera un miembro más de la familia.Me ha gustado personalmente esa evolución a pesar de que con ella la autora sacrifique el factor sorpresa que pudiera tener la relación entre la familia y la acusada. Es, por tanto, totalmente predecible en los hechos y en el final, pero me ha gustado ese transcurrir tranquilo de gestos y comportamientos de ambas partes hasta que confluyen los sentimientos mutuos.
A la vez, Agnes, una mujer que ya había renunciado a contar su verdad, termina abriéndose ante un joven reverendo y ante nosotros empieza a dibujarnos una vida llena de penurias, malos tratos, vejaciones y, sobre todo, mucha hambre y mucho frío. Una vida que quizá no merece la pena, llena de penalidades, abandonos y supervivencia muy básica y muy primaria. Y, sin embargo, podemos ver como ella misma pasa por un estado de renuncia a la vida, con ganas de que todo acabe cuanto antes, a no desear morir y a tener un miedo atroz a lo que sabe que llegará.
Me ha gustado esta novela. Me ha gustado especialmente ese devenir tranquilo del tiempo que le queda a la protagonista, el justo para que consigamos descubrirla y saquemos nuestras propias conclusiones sobre su personalidad y sobre su posible culpabilidad o no. Y, especialmente, me ha gustado la ambientación que rodea todo lo que acontece en las vidas de todos los personajes. Una Islandia cruel, sin apenas recursos y con un clima asesino pero en el que sus gentes, por ejemplo, se preocupan ya en estos tiempos de que todos sus habitantes sepan leer.