Hoy, me he dedicado a investigar un poco sobre algo que tenía pendiente desde hace mucho tiempo. Y es que mi peque, desde muy chiquitín tiene la costumbre de coger sus orejitas, las nuestras, o las de quien pille cuando tiene sueño. Ese hábito nos ha permitido saber en todo momento cuándo está cansado y tiene sueño (ojalá fuera igual cuando tuviera hambre).
Son muchas las veces en que otras madres nos hacen notar la suerte que tenemos con sus avisos pues no siempre es fácil identificar lo que te está queriendo decir el niño. La verdad es que yo no le había dado mucha importancia pero ciertamente nos ha resultado muy útil. Pues bien, me he dedicado a indagar un poco y me he encontrado con que éste tipo de hábito forma parte del ritual de adormecimiento para pasar del estado de vigilia al estado de sueño. Otros niños, por ejemplo, necesitan su muñeco preferido (los famosos "objetos transicionales"), chuparse el pulgar o balancearse en la cama.Al parecer, durante el segundo año de vida del niño comienzan a aparecer mas dificultades a la hora de conciliar el sueño ya que están mas excitados ante el nuevo campo de posibilidades que se presentan ya a su alcance. Es mas, incluso he leído que el ansia y la excitación es tal que los niños ponen todos los medios a su alcance para quedarse despiertos. Y aquí he encontrado la respuesta a lo que hemos venido notando en casa desde hace una semana, pues a la hora de dormir, el peque muestra signos tener sueño pero pareciera que luchara contra eso. Nos está costando todo un triunfo conseguir que se quede dormido en las noches.Es por ello que, para estos casos y como norma general, nos dan algunos consejos; evitar horarios irregulares, los ambientes ruidosos y agitados, y la sobreestimulación del niño. Sobre los efectos de los horarios irregulares he hablado anteriormente en "La Vecinita Del Primero Nunca Sonríe".Muchas veces, incluso poniendo en práctica estos consejos, como es nuestro caso, no es fácil conseguir que el pequeñín se duerma, pues su curiosidad y sus ganas de seguir investigando es tal que hacen hasta lo imposible por mantenerse despiertos. Luego, cuando realmente quieren conciliar el sueño recurren a aquello que mas les ayuda y que con el tiempo se convierte en un hábito o en una manía. ¿Tienen sus hijos alguna manía a la hora de conciliar el sueño?.