Revista Conciertos
A la tercera fue la vencida. Tras mi fuga precipitada durante los primeros acordes en su puesta de largo en Rocksound -cosas de padres- y esa deslucida actuación en Les Enfants lastrada por la inoportuna afonía de su vocalista, por fin pude presenciar en condiciones un show de con Imperial Jade. Ilusionadísimos por el hecho de telonear a sus ídolos, los de Calella cuajaron una notable media horita de juvenil classic rock. Su cantante debe adquirir mayor seguridad escénica, pero tiene toda una vida por delante para ganar esas tablas y conseguir que la propuesta de su banda todavía sea más excitante. A la dupla de guitarras poco les queda por aprender, vaya par de cracks. Obligada cortersía o no, Jay Buchanan no se cortó a la hora de elogiar su buen hacer. "Well done, boys". Desconozco los motivos que han llevado a Rival Sons a perpretar esta inesperada gira ibérica durante el kit-kat de mayo de su periplo mundial junto a Black Sabbath: mono de directo, el vil metal, reverencia a sus fans hispanos ... lo que sea. Bienvenidos sean. Si hace año y medio protagonizaron un cacareado sold out en Bikini, esta vez, en domingo, sin apenas promoción y con "Hollow Bones", su nuevo disco, todavía en los almacenes de Earache Records, los de L.A. lograron que Razz 2, una sala mayor que Bikini, presentara un magnífico aspecto, sin esos habituales telones negros a media pista que ayudan a disimular pinchazos. Rival Sons han sabido dar en las teclas mágicas para lograr un tirón del que carecen sus compañeros generacionales, arrastran a mucha gente. Una emocionante excepción. Aunque uno de los precios a pagar sea la compañía de 3 chimpancés desorientados, que ajenos a lo que ocurría en el escenario, decidieron invertir su tiempo en compartir, a juzgar por sus muecas y convulsiones, una desternillante anécdota tras otra.
En cualquier caso, nada que pueda empañar una nueva exhibición de la mejor banda de rock clásico del mundo, con un Scott Holiday más fino y elegante que nunca a las seis cuerdas y un Jay Buchanan -que ha vuelto a ensuciar y rockerizar su imagen tras su fase de look freak hipsteriano- que vocalmente se sale, todavía más alucinante que en su anterior visita a la ciudad. Ayer lo vi claro, Ian Astbury, por carisma y garganta, ya tiene sucesor. Y creo que la carrera de Rival Sons, una banda que arriesga, que no toma el camino fácil y que está logrado una tremenda personalidad, empieza a mostrar interesantes paralelismos con la de The Cult. Respecto a la configuración del set list, dado que no están presentando nada, apostaron por dar protagonismo a su repertorio más preterito -incluyendo inefables hits como "Pressure & Time", "Get What's Coming" y "Keep On Swinging"- acudiendo a "Great Western Walkyrie" sólo echar mano de "Electric Man", "Open my Eyes", "Secrets" y una superlativa "Where I've Been", cénit de la velada para un servidor. Como aperitivo de lo que está por venir, una "Tied Up" bastante más abrasiva que en la versión de estudio que corre por las redes desde hace unos días. Hail to the kings!