Kanda y su carácter.
En este segundo tomo conocemos un poco más a Kanda. Es el típico personaje borde y prepotente, que le importan muy poco sus compañeros y que no duda en poner cualquier misión por encima de sus vidas. Es un lobo solitario, con una forma de ser bastante agresiva; me ha recordado muchísimo a Sasuke (personaje de Naruto) tanto en su forma de ser como en sus motivaciones (que aunque no se desvelan completamente, sí que deja caer algo).Allen sin embargo, sigue igual que en el primero, lo que hace que Kanda y él se lleven mal desde el minuto uno. Son dos polos opuestos en todo, tanto en carácter como en su forma de hacer las cosas y de tratar a los demás. La historia no avanza, la trama se centra en una misión (con un final muy triste, este manga me está haciendo sentir mal con bastante frecuencia... algo que no es malo en absoluto), en mostrar un poco la personalidad de Kanda y en enseñar que los akumas evolucionan. Es curioso ver como uno de estos enemigos alcanza un nivel superior y adquiere consciencia... además de nuevas habilidades que son exclusivas de cada akuma. Esto último promete dar mucho juego y variedad más adelante en las batallas.Batallas que en este tomo son mucho más entretenidas y largas que en el anterior. Además el autor nos deja en plena acción unas cuantas viñetas que son una auténtica pasada. El dibujo me sigue encantando y roza la perfección *-*.En definitiva, un fantástico segundo tomo. No avanza prácticamente nada de la historia, pero es muy entretenido y se lee rapidísimo. Espero que siga así.