El roce hace el cariño.
En el tomo anterior Jin volvía al centro de la trama, después de un salto temporal y siendo consciente de todo lo que había pasado y de su propio origen. Pues en este se nos enseña el momento en el que el patriarca de la familia Amagi se lo cuenta todo mediante un flashback. Y no es precisamente corto, de hecho ocupa casi todas las páginas del tomo.Se lo cuentan absolutamente todo, probablemente sería demasiada información para asimilar en tan poco tiempo para una persona normal, pero la reacción del protagonista me ha gustado mucho. Mantiene su actitud desconfiada y desafiante desde el principio, pero poco a poco va aceptando lo que le están contando hasta el punto de aceptar el colaborar con ellos para conseguir la transformación del Zet. Hay un par de momentos que me han emocionado bastante, uno tiene relación con la mujer que vivía con Jin y el otro con el "abuelo" Amagi. Ha sido muy curioso ver cómo con el paso del tiempo, su actitud hacia el protagonista ha ido cambiando hasta el punto de casi comprender a Kanzaki (casi consigue que me olvide de lo hijo de puta que es).Por otro lado está la situación actual de Jin y de la chica que se le ha acoplado en casa. Me hace mucha gracia la relación que tienen y cómo va evolucionando en ambos sin que se den cuenta. No sé cómo acabará la cosa y como ya he dicho antes, espero que no termine en tragedia (aunque viendo por dónde suele tirar este manga, todo me dice que va a ser cualquier cosa menos un final feliz). Además el final del tomo tiene una sorpresa, que parece que nos lleva a una sucesión de escenas de acción y combates de los buenos, por lo que la cosa queda muy interesante.En resumen, un gran tomo algo lento pero con muchísima información.