Konoha otra vez en peligro.
La situación con la que acabamos el tomo anterior es más complicada para Jin de lo que parecía en un principio, y es que el protagonista no tiene control alguno sobre la transformación en Zet. Siempre que el Zet hacía acto de presencia, era por pura casualidad, normalmente el desencadenante era que Jin estuviese en una situación muy tensa o que su cuerpo sufriese un gran daño (llegando a debatirse entre la vida y la muerte en algunas ocasiones)... pero eso parece que ya no funciona, lo que hace que al chaval le sobren ganas pero le falten recursos.Es ahí donde entra Kouga, nunca me imaginé que agradecería tanto su presencia, pero tengo que reconocer que esta vez lo ha hecho bastante bien. El reencuentro entre él y el protagonista es muy interesante, pero lo será aún más si se acaban cruzando cuando Jin esté en modo Zet. Sinceramente espero que se de esa situación, Kouga se siente intimidado cada vez que se encuentra con Jin, básicamente porque él es todo lo que el hijo de los Amagi nunca llegará a ser y que se encuentre, o que incluso acabe luchando contra el Zet va a ser algo digno de ver.
Por otro lado está el nuevo personaje que mencioné en el tomo 8, Haitani. Si al verlo por primera vez ya me había parecido el típico personaje extremadamente inteligente, retorcido, manipulador y como no... peligroso, después de leer lo que hace y la relación que parece tener con la cúpula que gobierna a los Evol, ya me queda claro que va a ser el principal problema de Jin en los próximos tomos. Lo mejor de este personaje es que no se conocen sus planes, de hecho ni siquiera parece que se le pueda considerar un "enemigo" como tal actualmente, lo que lo hace muy interesante.
En conclusión, un tomo cargado de acción y de tensión que deja un posible cara a cara muy interesante y que estoy deseando ver. Espero el siguiente con muchas ganas *-*.