Robben, el puñal de cristal

Arjen Robben (BAYERN DE MÚNICH / HOLANDA)

El fútbol es muy curioso. Ramón Calderón, el hombre que no fichó a Kaká (según él mismo aseguró que pondrá en su epitafio), sí consiguió que Arjen Robben jugara en el Real Madrid. Pero Florentino, el hombre que sí fichó a Kaká, no quiso a Robben, que fue vendido al Bayern. Allí le esperaba un entrenador con bastante peor fama que méritos, Louis Van Gaal, que ha sabido sacar el máximo de su compatriota. Ahora, hasta las célebres lesiones de Robben, razón oficial de su venta por parte del Madrid, respetan al habilidoso extremo holandés.

Robben, un jugador que aparenta más edad de la que tiene (26 años cumplidos en enero) presenta, en efecto, un preocupante historial médico, que incluye hasta la superación de un cáncer. Pero también tiene el mejor uno contra uno del fútbol mundial. El de Messi tampoco es malo (para gustos los colores), pero el holandés lo adereza con una velocidad casi supersónica. Con el balón en los pies es seguramente más rápido que el propio Cristiano Ronaldo, que puede superarle en potencia, pero no en limpieza en la conducción. Todas estas condiciones le convierten en un jugador letal a la contra, que en la actual etapa en Alemania, además, ha ganado en claridad a la hora de definir. Y con un disparo lejano que, con bastante frecuencia, se convierte en un misil. Si el físico le respeta, y con plaza fija en el siempre ofensivo engranaje de Holanda, el de Sudáfrica puede ser su Mundial. Y, quién sabe… A lo mejor hasta lo ficha el Madrid.