Si me siguen en las redes sociales, sabrán que ayer tuve la oportunidad de visitar dos espacios emblemáticos de mi ciudad de La Plata. Al mediodía compartí con alumnas una recorrida guiada por el Teatro Argentino que incluye la sala principal y los talleres de carpintería, escenografía, herrería y vestuario, así como las salas de ensayo habitadas por los elencos estables, un paseo que recomiendo fervientemente.
Y a la tardecita, pese a la lluvia, fui al Museo Nacional -conocido como de Ciencias Naturales- y disfruté de una charla súper interesante a cargo de Roberta Pesci sobre el vestuario que ha realizado en muchísimas películas del cine nacional.
Roberta comenzó la charla contándonos sobre su formación académica iniciada por un interés en Sociología hasta que escuchar una conferencia de la gran Susana Saulquin le abrió el mundo del diseño de indumentaria. Estudió en la por entonces incipiente carrera de Indumentaria de la UBA y estando allí se vinculó con la carrera de Diseño en Imagen y Sonido. Era inevitable que esos intereses se fundieran, y así fue que comenzó a diseñar vestuarios para películas pequeñas, cortos y trabajos de sus compañeros de la facultad. El primer film importante en el que participó en vestuario fue La edad del sol, con Soledad Pastorutti. Y desde entonces no paró.
Roberta hizo hincapié en que para dedicarse a vestuario de cine no necesariamente hay que pensar en indumentaria de época; que hacer prendas y pensar accesorios para una historia contemporánea ofrece múltiples desafíos y satisfacciones. La vestuarista contó que ni bien le llega la historia, lee el guión y comienza a indagar en el mundo de esos personajes. Que muchas veces eso implica hacer trabajo de campo porque se trata de realidades ajenas a las suyas. Y que en esa búsqueda, más la charla con quiénes encarnarán a los personajes, el director de la película y el equipo de arte, arman la propuesta.
En el caso del film "Lluvia" de Paula Hernández, el personaje de Bertucelli se lo pasa debajo de la lluvia casi todo el tiempo, y con un único cambio de accesorio -pañuelo de seda en lugar de bufanda- Roberta logró acentuar el efecto de luz y esperanza al final de la historia...
"La magia del cine hace que todos sean solidarios", dijo Roberta y contó la anécdota de Fernán Mirás aportando su peluca de Tango Feroz para resolver una escena en Días de vinilo. "Antes este ambiente era más piramidal, pero ahora los directores se abren al equipo, es un trabajo evolutivo que va creciendo con el aporte de todos y en esto mucho tiene que ver ser flexible, abierto a las sugerencias, saber escuchar". La vida misma, no les parece?
La muestra de bocetos, objetos y fotografías sobre el trabajo de Roberta Pesci puede disfrutarse hasta este domingo en la sala Víctor de Pol del Museo Nacional de La Plata en el Paseo del Bosque.
Espero que lector@s locales y foráneos se interesen por esta propuesta y disfruten de una tarde en la ciudad; vale la pena. Aguardo sus opiniones y comentarios, como siempre; nos leemos. Buen fin de semana:>