Robertson: Eliminar a Hugo Chávez

El predicador Pat Robertson, ex-candidato presidencial estadounidense, abogó por expulsar del poder al presidente venezolano Hugo Chávez, a quien calificó de "incuestionable y terrible peligro".Robertson afirmó en su programa de la emisora CBN que "tenemos la capacidad para sacarlo y ha llegado la hora de ejercer la capacidad de sacarlo" del poder.Robertson hizo esta petición a través de su programa "The 700 Club", después de presentar un amplio informe periodístico, en el que muestra al Gobierno venezolano como un aliado de Fidel Castro y de las Farc, además de mostrar la pobreza en la que viven los venezolanos desde que Chávez está en el poder. Robertson instó a las Fuerzas estadounidenses para encaminar acciones que permitan la salida de Hugo Chávez de la Casa de Miraflorez. Además, el ex aspirante presidencial lamentó que el Departamento de Estado norteamericano no hiciese "virtualmente nada" cuando el"golpe popular sacó durante 48 horas del poder" a Chávez.
Otras máximas de Robertson

" Satanás es un instrumento de amor de Dios en el sentido de que nos obliga a ver amorosa paciencia de Dios. " Las respuestas a 200 preguntas de sondeo más vida"El pueblo islámico, los árabes, fueron los que capturaron a los africanos, los puso en la esclavitud, y los envió a América como esclavos. ¿Por qué la gente en los Estados Unidos quieren abrazar la religión de esclavos?."Haiti y la respuesta de TwiterPat Robertson, culpó a los haitianos del terremoto que los azotó, debido a un pacto con el diablo.Dijo que todos los desastres naturales que azotaron Haití desde 1804, se debe a sus habitantes, quienes buscaron la independencia de Francia..., declaraciones que provocaron una airada respuesta en Twiter.En "Cuba debate" le respondenYa estábamos acostumbrados, desde George W. Bush, a esos energúmenos iletrados que se creen iluminados por Dios, y en consecuencia, revelados, por la gracia divina del arduo trabajo de leer e informarse, pero no del de pensar que tienen derecho a regir los destinos de la Humanidad. Aún así, lo de Robertson, en el caso de Haití y teniendo como fondo la palpitante desgracia de la nación más pobre del Hemisferio occidental, rebasa ya todos los límites de la decencia, sin hablar del escarnio que ha causado a la piedad y al amor hacia los semejantes, que siempre hicieron de la prédica cristiana una doctrina fuerte y singular.
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