La autopsia lo revela: Robin Williams se tomó dos antidepresivos y dos compuestos a base de cafeína antes de quitarse la vida.
El actor intentó cortarse las venas con un cuchillo antes de ahorcarse con un cinturón.
La oficina del forense del condado de Marin ha desvelado también que Williams no ingirió alcohol ni drogas.
Tres meses después de su muerte, sabemos que Robin sufría una fuerte depresión que comenzó a sufrir cuando le diagnosticaron Parkinson.
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Foto: RG