La temporada 2013-14 no fue buena para las comedias. De los 23 shows que fueron cancelados durante las últimas semanas, más de la mitad pertenecen a este género. Tras el fenómeno de Breaking Bad, Game of Thrones, Homeland y Mad Men, entre otras, las cadenas decidieron apostar su dinero y tiempo de programación en el género dramático. Y las sit-coms, reinas absolutas de la década del 80 y 90, quedaron relegadas a un segundo plano. Friends, Fraiser, Seinfield, Cheers, Mad About You son solo un recuerdo; The Big Bang Theory es la única comedia que se encuentra en el top 10 de programas más vistos de Estados Unidos. Es por esto que no sorprende la cancelación de The Michael J. Fox Show y The Crazy Ones, dos comedias que tenían como protagonistas a dos grandes cómicos de la televisión y el cine: Michale J. Fox y Robin Williams.
The Crazy Ones tenía todo el potencial para ser renovada para una segunda temporada. Contaba con actores de gran trayectoria (en el cine y la televisión), un buen guión y productores de renombre (David E. Kelly; Boston Public, Ally McBeal, The Practice). El primer episodio fue visto por más de 15 millones de espectadores en Estados Unidos, lo que hizo que la premiere de The Crazy Ones fuera la de mayor audiencia de la temporada de estrenos. Sin embargo, el promedio fue bajando y durante los últimos episodios, solo 6 millones de personas siguieron fieles al programa. Después de 30 años sin protagonizar una serie en la pantalla chica, Robin Williams sintió que esta historia le daba la posibilidad oportunidad de volver a hacer las morisquetas que enamoraron al público en Mork y Mindy (1978-1982). A Sarah Michelle Geller, su coprotagonista e hija en la ficción, la comedia le presentaba un gran desafío: era la primera vez que incursionaba en este género como actriz protagónica. Si bien la dinámica entre ambos como padre e hija a cargo de una agencia de publicidad era buena, los ejecutivos de CBS consideraron que a la serie no tenía potencial para lograr subir los números de rating en una segunda temporada.
Con The Michael J. Fox Show, el actor que le daba nombre a la serie volvía a la pantalla chica después de abandonar Spin City para afrontar su tratamiento al Parkinson. En la ficción, su personaje, Mike Henry, imitaba la situación de Fox en la vida real: Henry era un presentador en un canal de noticias que cuatro años atrás dejó su puesto debido al Parkinson y ahora quería regresar a la televisión. La serie tuvo críticas muy dispares. Mientras que Entertaiment Weekly la nombró una de las mejores seis series de la temporada, The New York Times la consideró poco graciosa y vacía de contenido. A pesar de ello, Fox consiguió una nominación a los premios Golden Globes como mejor actor de comedia. Los primeros 15 episodios de la serie se emitieron hasta febrero de este año y se espera que los 7 restantes sean parte de la programación de los sábados de la cadena NBC.