Encontrar hoy en día una silla de ruedas en Son Espases es una tarea bastante complicada, por lo que no es inhabitual cruzarse en un pasillo con un celador que transporta a un paciente en una de las butacas con ruedas con forman parte del mobiliario de las habitaciones agarrándola por el respaldo y caminando espalda con espalda con el enfermo que traslada. "Lo que pasa con las sillas es berlanguiano", resume Pinta, una situación provocada por el robo generalizado de estos aparatos ortopédicos por parte de los usuarios."En estos momentos tendremos 12 sillas en Urgencias cuando, para ser operativos, necesitaríamos unas 30. Están pedidas a gerencia pero todavía tardarán más de un mes y medio en llegar", apunta uno de los responsables del servicio, que achaca la situación a los continuos robos. "Es bastante normal ver a algún paciente intentando llevarse una silla a su domicilio. Cuando les preguntas que están haciendo, te contestan tranquilamente que tienen permiso para llevárselas a casa y que ya la devolverán en otra ocasión. Hace poco sorprendimos a unas personas que intentaban llevarse varias introduciéndolas en una furgoneta. Cuando les reprendimos nos advirtieron de que no nos metiésemos donde no nos llamaban", relatan los celadores.
"El otro día llegó una señora a urgencias con una de nuestra sillas tuneada para que no la reconociéramos, con el logotipo de Son Espases raspado y tapado con una camiseta de algodón que habían puesto por encima. Cuando le dijimos que tenía que dejarla se quejó de que había pagado por ella 70 euros", continúan con sus experiencias los celadores.Estos trabajadores han visto sillas de ruedas hospitalarias perfectamente reconocibles en el barrio de Son Gotleu, en el rastrillo de Consell o sirviendo de medio de transporte para los trastos de un chatarrero. "Mientras tanto, tenemos que salir con camillas en el 90% de los casos, lo que nos resta operatividad y prontitud en el traslado de pacientes", se quejan los celadores de Urgencias.La carencia es tal, que la picaresca berlanguiana a la que aludía Pinta se empieza a imponer en Son Espases con servicios que se roban las sillas entre ellos mientras que otros adoptan medidas más drásticas como atarlas. "Con el traslado hemos perdido medidas efectivas que habría que recuperar. En Son Dureta, al paciente que se le dejaba una silla tenía que dar su DNI. Y allí no desaparecían. Tendríamos que recuperar esa costumbre", concluye el responsable.www.diariodemallorca.es/ocio/2014/10/03/robo-generalizado-sillas-ocasiones-vuelven/966346.html
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Revista Solidaridad
Robo generalizado de sillas que, en ocasiones, vuelven ´tuneadas´ en Urgencias de Son Espases - Mallorca
Por AparcamientodiscapacitadosSus últimos artículos
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