Si tuviese que decir cuales creo que van a ser algunas de las tecnologías con más impacto durante las próximas dos décadas, me decidiría por la impresión en 3D y la robótica.
La impresión 3D por ahora es más adecuada para el diseño de prototipos, pero posiblemente durante los próximos años vamos a ir viendo como se introduce en ciertos procesos industriales. Después podría pasar al ámbito domestico.
Con la robótica no hace falta que me explique mucho, los nuevos videos de Petman y Asimo dejan claro que los robots son cada vez más capaces. El desarrollo de los robots va siempre a la zaga de la ley de Moore, impulsado por la mayor capacidad computacional.
Este post sobre las posibilidades de la impresión 3D de Valkyrie Ice es muy interesante, y recomendaría leerlo.
Una combinación de las dos seria perfecta.
Un equipo del Instituto Fraunhofer en Alemania lo ha hecho para crear un robot de bajo coste con forma de araña.
Para ello han utilizado un proceso de impresión en 3D denominado SLS, sinterizado selectivo por láser de plásticos.
La impresora aplica finas capa de polvo de poliamida, y las funde mediante un láser. Así capa a capa, se pueden crear geometrías complicadas, estructuras internas y componentes ligeros característicos de las formas naturales y que no se pueden conseguir con otros métodos.
Las arañas han desarrollado un método de locomoción distinto, que no se basa en la contracción de músculos, sino que se valen de un sistema hidráulico. Controlando la presión interna corporal son capaces de extender o contraer las patas.
Más sobre la locomoción de las arañas.
Este robot se vale del mismo principio. Sus ocho patas y el cuerpo también están equipados con fuelles elásticos que operan neumáticamente para doblar y extender sus extremidades artificiales. Los componentes necesarios para la locomoción, como la unidad de control, las válvulas y bombas compresoras, se encuentran en el cuerpo del robot, el cuerpo también puede llevar varios dispositivos de medición y sensores. Bisagras interactúan con las unidades de fuelle de manera que las patas se pueden mover hacia delante o girar si es necesario.
El robot que por ahora es un prototipo podría moverse por terrenos vedados a las personas, como en un accidente químico o nuclear. Y su fabricación es tan barata que podría desecharse después del primer uso.