Revista Economía

Robótica cognitiva y el reto de la verdadera inteligencia

Publicado el 21 septiembre 2022 por Ignacio G.r. Gavilán @igrgavilan
Robótica cognitiva y el reto de la verdadera inteligenciaCuando pensamos en robots tendemos a asociarlos con criaturas artificiales inteligentes. 

Los robots de la ciencia-ficción son, en efecto, inteligentes. Los robots que sobresalen en charlas y artículos de carácter divulgativo (a veces de puro sensacionalismo) son robots que, al menos, exhiben o simulan algún elemento de inteligencia. Incluso, cuando queremos representar mediante una imagen la Inteligencia Artificial o el Machine Learning, no es raro, ante lo abstracto del verdadero concepto, a acudir a una socorrida imagen de un robot humanoide.

La mayoría de los robots, sin embargo, no exhiben esa inteligencia. 

En el diseño de un robot industrial, digamos normal, pesa mucho el diseño mecánico tanto en su aspecto material (formas, grados de libertad, materiales, masas, etc) como en lo relativo al movimiento (trayectorias y velocidades) y a los aspectos dinámicos (fuerzas, aceleraciones). Y todo ello complementado con los aspectos motores, gestionados usando normalmente teoría de control y dotándoles de una cierta sensórica que no tiene por qué incluir elementos de inteligencia artificial aunque no sea tan raro que exista algo de, por ejemplo, visión artificial.

En cualquier caso, y a pesar de su impresionante aspecto y comportamiento, estos robots exhiben poca inteligencia.

De hecho, si se comprueba las titulaciones de la mayoría de expertos en robótica norteamericanos, se podrá observar que con mucha frecuencia su titulación es en ingeniería mecánica. 

Conviene tener esto muy presente para tener las ideas claras pero sí, también hay robots con inteligencia, al menos cierto grado de inteligencia en el sentido de incorporar capacidades cognitivas procedentes del campo de la inteligencia artificial.

Y eso nos va a conducir al apasionante campo de la robótica cognitiva.

Hace unas semanas, y mientas disfrutaba de mis vacaciones en la playa, finalicé la lectura del libro 'Cognitive robotics' con aportaciones de varios expertos y editado por  Angelo Cangelosi y Minoru Asada. Y voy a utilizar algunas citas procedentes de esta fuente, para comentar un par de cosas, sin entrar todavía en muchos detalles.  

Una nueva definición de robot

En primer lugar, y aunque sea en cierto sentido dar un paso atrás, quisiera recoger la definición que en este libro hace del término robot, un concepto al que es difícil poner unas fronteras claras, como ya he expresado en diferentes foros.

En el primer capítulo y nada más empezar nos definen en realidad, más que lo que es un robot, lo que es la robótica y nos dicen.

Robotics concerns the building of hardware mecatronics platforms with sensors and actuators to perform actions in the physical world and the designing of software solutions to link sensing and actuation in a purposeful - that is, intelligent - and adaptive way to achieve a task or goal, with a variable degree of autonomy.

La definición tiene mucha 'miga'. Se observa en el inicio el peso de la parte física y hardware (que enlaza con la visión mecánica que mencionaba más arriba), se identifica también el necesario software, se destaca lo que tiene que ver con la sensórica y cómo el software hace de puente entre lo percibido y la actuación siempre con un objetivo y gozando de una cierta autonomía.

No es una definición compacta, pero sí marca muy bien el campo al que nos referimos.

Robótica inteligente

En un siguiente paso, los autores se refieren al término robótica inteligente ('intelligent robotics') o 'AI robotics' del que nos dicen, simplemente, que es:

A field combining robotics and AI

Ahora sí, ahora hemos unido la robótica vamos a decir clásica (basada en mecánica, sensórica y teoría de control) con la Inteligencia Artificial.

Apunto yo, que se puede incluir inteligencia artificial de formas que sin embargo no se corresponderían a lo que intuitivamente entendemos como inteligente. Por ejemplo, en el caso mencionado del uso, muy frecuente en aplicaciones industriales, de la visión artificial para, por ejemplo, identificar piezas defectuosas, se debería considerar robótica inteligente y, sin embargo, probablemente nos deje un poco fríos en cuanto a lo que esperábamos al hablar de inteligencia.

Y es que, lo que intuitivamente, especialmente en ámbitos no especializados, se espera al hablar de robótica inteligente, tiene más que ver con el último término: la robótica cognitiva. 

Robótica cognitiva

Lo cierto es que la robótica cognitiva (término usado por primera vez en 1997) no goza de una definición y fronteras cien por cien claras, pero de alguna forma hace referencia a la presencia de razonamiento (y esto sí que se corresponde con lo que de forma intuitiva entendemos por inteligencia) y a una cierta inspiración en la biología o la neurociencia, recibiendo incluso aportaciones desde el campo de la psicología y la filosofía.

Los autores, tras revisar las propuestas de terceros, nos proponen finalmente esta definición

Cognitive robotics is the field that combines insights and methods from AI, as well, as cognitive and biological sciences, to robotics.

Aunque la definición en sí misma no es demasiado concreta, en el fondo sí parece dejar claro lo que se está buscando y si, esto se corresponde mucho más con la visión de un robot inteligente.

Queremos incluir capacidades cognitivas similares a las exhibidas por seres vivos (incluyendo el ser humano) e inspirándonos en lo que podemos observar en la naturaleza o las aportaciones de ciencias humanas y sociales. Esto incluye no sólo capacidades sensomotoras sino, también, razonamiento, autonomía, etc

El reto de la inteligencia

El reto, el reto profundo de la inteligencia, de las máquinas inteligentes, incluso de los robots humanoides inteligentes, está pues ahí, con su atractivo, con sus retos técnicos, sociales y éticos, y con su capacidad para la utopía y la distopía.

Resulta apasionante ¿verdad?


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