Rock Patagónico (III): Rafo Grin

Seguimos en nuestro ciclo de rock patagónico, revisando algunas bandas representativas y solistas destacados en una misión federal junto a Perspectivas en Si / y el canal de AMIBA, ahora con un artista que tiene mucho para decir y para dar. Lanzado al mismo tiempo desde nuestro ciclo donde presentamos bandas de todo el país, cosa que hacíamos, pero también incluyendo una nota con el artista, para que puedan conocer algo de lo que se está cocinando por todo el suelo argentino.
Nació en mayo de 1976 en la Ciudad de Buenos Aires y en 1985 junto a su familia se instaló en la ciudad de Neuquén. Sus padres eran grandes consumidores de cultura (cine, libros y música). Esa música eran discos de la trova cubana, Mercedes Sosa, León Gieco y Víctor Heredia. Pero también de Jazz y The Beatles. Con ellos comenzó a conectarse con la música. El primer disco que pidió y sus padres le compraron fue “Thriller” de Michael Jackson.

En 1986, durante las tardes de merienda con un amigo, el pequeño Rafo escuchaba música y jugaba a que tocaba los instrumentos. Fue en esa época cuando el rock argentino comenzó a sonar en sus oídos (Soda Stereo, GIT y Miguel Mateos Zas). Poco tiempo después llegó a sus manos la primera guitarra española de verdad.

A fines de los 80’s hubo un hecho que lo lo marcó para siempre. Su padre lo llevó a ver un show de Leon Gieco y en mitad del show se puso a llorar de felicidad por lo que veía y escuchaba. En ese momento decidió que quería ser músico.

Con el tiempo intentó estudiar piano y luego batería. Después de varios intentos fallidos se inclinó por la guitarra. Su profesor fue Alfredo López, el primer músico que tocó Blues en Neuquén. Con el tiempo llegaron las primeras bandas, con amigos del secundario, y también los primeros shows en fiestas del colegio.

En febrero de 1997 se instaló en Buenos Aires, como muchos jóvenes del interior, y se inscribió en la Escuela del Sindicato de Músicos, donde completó sus estudios cinco años después. Y luego de sufrir la imposibilidad de conseguir un trabajo digno decidió regresar a Neuquén a comienzos de 2002.

Meses después de establecerse nuevamente en su tierra sucedió un hecho fortuito que lo cambió todo. Se encontró con un viejo amigo de la facultad que le comentó que tocaba con en banda de saxofonistas; que hacían música comercial, pero tocaban todo el mes y con eso se podía vivir. Con ellos comenzó su carrera como músico profesional y recorrió toda la Patagonia, además del Sur de Chile. Tocando en shows privados, fiestas, casinos y donde fuese.

A fines de 2003 armó su primer proyecto personal, una banda de Blues tradicional cantado en inglés llamada Cotton Blues. En 2010 ingresó a un estudio de grabación profesional con The Jackpots (la primera banda argentina en compuso blues en inglés -según el libro “Bien al Sur - Historia del blues en la Argentina” de Gabriel Grätzer y Martín Sassone-) para grabar el disco “Plain’ the Blues (by the Rules)”.

Tapa "Cómo sobrevivir en un mundo tóxico" (2015)

En 2015 grabó su primer álbum solista (“Cómo sobrevivir en un mundo tóxico”) donde se encargó de tocar todos los instrumentos. Para presentarlo en vivo armó una banda a la que llamó Los mortales pasajeros y con ellos grabó su segundo disco (“Sustentable”, 2018) que incluyó versiones de “El hombre suburbano” de Pappo y “Regtest” de Luca Prodan.

A fines de 2019 sufrió un accidente que le produjo una Hiperacusia en su oído derecho. Esto generó que abandonase el rock a alto volumen y que deba utilizar protección para no perder la audición. Mientras veía como reinventarse como músico, por su problema auditivo, llegó el 2020 y la Pandemia. El período de aislación lo utilizó para amigarse con la guitarra acústica y luego reinventarse. En 2021, luego de la apertura llegó el Trío electroacústico y las presentaciones en vivo.