Rock Patagónico (VII): Nube

Seguimos en nuestro ciclo de rock federal, presentando bandas de todo el país, y ahora le toca el turno a Nube, una banda que en su momento fue psicodélica a secas y ahora es psicodélica experimental, cosa que no extraña desde que ingresó a sus filas Nicolas Kucharuk (Gente Horrible, Calambretto, etc.). Así es que volvemos nuevamente del  Suroeste de Neuquén, en estas presentaciones que son lanzadas al mismo tiempo desde nuestro ciclo Perspectivas en Si / Cabeza de Moog / Canal de AMIBA, a partir de un trabajo en conjunto con la gente de AMIBA (Asociación de Músicos Independientes Buenos Aires). 

Nube  es una banda de Rock Psicodélico surgida en el Alto Valle patagónico en 2013 a partir de la necesidad de hacer música dos amigos que se conocían desde la primaria (Sebastián Porro y Ramiro Fernández).

Si bien originalmente se constituyeron como un Power trío de Blues al poco  tiempo estaban virando hacia un sonido más Psicodélico. Y en el momento en que se sumaron los teclados (con sonido Hammond) ese sonido se constituyó de un modo completo.

La banda toma elementos del Rock clásico y sonidos de fines de los 60’s y comienzos de los 70's que se mixturan con  el free jazz, la cultura pop psicodélica e improvisaciones. Con esto logran un estilo muy peculiar aunque se pueden encontrar influencias de The Doors, Pink Floyd, The Jimi Hendrix Experience, Cream, Gong y hasta de Billy Bond y La pesada del rock.

El nombre de la banda  tiene directa relación entre lo que es una nube y lo que sus integrantes opinan sobre su música. Una cosa sumamente flexible, que muta permanentemente y que es permeable a lo que sucede a su alrededor.

Nube está integrada por Sebastián Porro (guitarra, flauta traversa y voz) , Ramiro Fernández (bajo), Nicolas Kucharuk (teclados y saxo) y Maximiliano Tomazin (batería) Y tiene editados 2 EPs (“Los días” en 2018 y “Las noches” en 2019) y 2  discos (“Vol.1” en 2014 y “Asperatus” en 2020 -este último grabado en vivo en el teatro El Arrimadero de Neuquén-).

u modo de trabajar es generando un ambiente sonoro. A eso le suman los instrumentos, pero siempre trabajándolo de un modo minimalista para no recargar el sonido al modo del rock progresivo. Lo interesantes es que no solo utilizan la instrumentación clásica (guitarra, bajo, teclados y batería) sino que suman, diversos tipos de flautas (traversa y flautines) y el saxo.

Una característica fundamental en la esencia de NUBE es su autogestión e independencia a la hora de llevar a cabo sus shows y grabaciones, siendo una de las pocas bandas del valle capaces de producir su propio material y autogestionar sus espectáculos.

A la hora de presentarse en vivo buscan diferenciarse. Comienzan con un clima y luego de una frase (citan  fragmentos de libros de autoconocimiento como el “Tao Te Ching” de Lao Tse o “El Kybalión” de la filosofía hermética) la banda rompe con un bloque de 4 canciones seguidas anexadas con poesías y pequeños pasajes de improvisación. Luego paran, se presentan, charlan con el público y vuelven con una tanda de otras 4 canciones y así hasta el final. Lo que intentan es romper con esa tradición donde la banda sube al escenario y luego de decir “Hola, nosotros somos….” comienza su show y presentan cada canción. Los Nube consideran que eso genera mucha dispersión por lo que prefieren tandas de canciones concatenadas, que generen la atención del público e inviten a un viaje interior.

Los Nube están imbuidos en la cultura de la psicodelia.  Lo que les fascina de ella es la experimentación. Tanto en la que tiene que ver con los sonidos, como en algo mucho más personal (como los sentidos y la conciencia). Para ellos la psicodelia es la llave para mostrar, de un modo rápido, la llave de escape a la ansiedad y la depresión.

Si bien experimentan con el uso medicinal de sustancias psicodélicas, las presentaciones en vivo siempre son ejecutadas de un modo absolutamente profesional. Nunca se suben a un escenario si no están en perfecto estado. Porque, según palabras propias: “sería una completa falta de respeto para con quienes nos van a ver”.

En septiembre de 2022 sacaron a difusión el simple “Ecocidio” que fue acompañado por un videoclip dirigido por Marcos Maldonado. Tanto la canción como las imágenes hablan sobre la contaminación. Pero no solo la ambiental, sino también la mental, espiritual y la que genera el modo en el que se vive hoy. Ese video ganó 2 premios. Uno en el Festival de Producciones audiovisuales de Neuquén y otro en un festival organizado por el IUPA (Instituto Universitario Patagónico de Artes) de Rio Negro.

Actualmente están trabajando en nuevas canciones, que luego serán subidas a las redes, y programando la gira de verano que quizás incluya al festival “Ver nacer el sol” (festival cordobés en el que durante 3 días se presentan bandas de la escena emergente de distintos puntos del país).

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