Rodiezmo

Este año no hubo fiesta en Rodiezmo. Los izquierdistas asturianos y leoneses no están para tales trotes, y se entretienen más con el espectáculo lamentable que ofrece la financiación del partido popular y las corruptelas de sus conspicuos, mientras tratan de hacer pasar desapercibidas las suyas propias. La fotografía rememora el tiempo feliz en el que Zapatero se descamisaba para prometer lo contrario de lo que después llevaría a cabo, mientras dos jóvenes (o jóvenas, según se mire), anudan pañuelo rojo al cuello y entonan la Internacional desde un puesto de ministras, A D. José Luis, el leonés errante, le gustaba el aire fresco en su gobierno, pero confundió un servilismo ignorante con la snagre renovada de líderes formados y carismáticos. Tanto Leyre como Bibiana llegaron a las más altas cimas de la política nacional, después de haber nacido en el seno de familias con una larga tradición dentro del partido; luego salen a la calle y critican el anacronismo de la monarquía por su carácter hereditario mientras vociferan, pañuelo en ristre, durante la fiesta de una minería que será siempre para ellas, una gran desconocida.