En invierno muchos ciclistas utilizan el rodillo para entrenar. Esto es debido principalmente a las malas condiciones climatológicas que suele haber en esta época del año y también a las pocas horas de luz.
Al final los horarios laborales muchas veces nos impiden salir al exterior con la bicicleta, por lo que un rodillo puede ser una buena solución. Existen principalmente dos tipos de rodillos, los de rulos y los fijos. Vamos a ver qué diferencias existen entre ellos.
Rodillo fijo
Este tipo de rodillos van a dejar nuestra bicicleta totalmente fija. Para utilizarlos engancharemos la rueda trasera al propio rodillo y listo.
Son ideales para realizar entrenamientos de potencia, ya que suelen disponer de diferentes niveles de resistencia con los cuales podremos ir jugando para alcanzar la potencia deseada.
Al ser fijos nos tenemos que despreocupar totalmente de mantener el equilibrio, por lo que con ellos podemos estar perfectamente montando en bicicleta y viendo una serie o una película.
Este tipo de rodillos son los ideales para aquellos que realicen entrenamientos en base a potencia o para principiantes, ya que no es necesario mantener el equilibrio.
En el mercado vamos a encontrar multitud de modelos y gamas. Ya dependerá de cada uno elegir el que más se adapte a sus intereses.
Rodillo de rulos
Son los rodillos más tradicionales, y consiste en una plataforma en la cual vamos a tener tres rulos. En los dos rulos que están más próximos entre sí irá colocada la rueda trasera, y en el que está más alejado la delantera.
En estos rodillos hay que mantener el equilibrio sobre la bicicleta para no caernos. Por lo tanto van a simular de forma más realista las condiciones en las que montamos en bicicleta.
También son rodillos muy interesantes para practicar tanto la cadencia como la técnica de pedaleo redondo. También son ideales para realizar calentamientos, ya que estos rodillos suelen ofrecer poca resistencia a la rodadura.
Por lo tanto un rodillo de rulos es ideal para aquel que quiera practicar la técnica sobre la bicicleta, tanto el equilibrio como la cadencia y el pedaleo. Este tipo de rodillos requieren un período de adaptación hasta que el ciclista se habitúa sobre todo al equilibrio.