En España se dice, de casta le viene al galgo o de tal palo, tal astilla. Estos dos dichos vienen a colación, por los antecedentes paternos de Rodrigo Rato, EL VAGO MAYOR DEL REINO (esto lo digo yo). Este señorito –en el sentido más peyorativo de la palabra- asturiano, nacido en Madrid, sabe de forma muy directa lo que es hundir un banco. Su padre, Ramón Rato y Rodríguez-San Pedro, y su tío, Ramón Rato Figaredo, ingresaron en la cárcel de Carabanchel, el 2 de noviembre de 1966. ¿La razón? Delitos monetarios derivados del hundimiento de los bancos de Siero, Murciano y de Medina. Ramón Rato creó una organización clandestina en Madrid con la finalidad de evadir dinero y divisas en Suiza bajo la cobertura del Banco de Siero, propiedad del patriarca de los Rato. Para ello, fundó una sucursal de su banco en Ginebra bajo el nombre de Banque Siero. La policía descubrió que a través del Banco Siero “se extrajeron un total de 70 millones de pesetas de España que fueron depositadas en diferentes bancos suizos”, según se extrae de un artículo de Diario 16, el 17 de marzo de 1997. Algo aprendió de sus ascendientes el joven Rodrigo, pues, hoy por hoy, no ha pisado aún la prisión. Es más, ha sido “premiado” con un puesto de asesor externo, en esa compañía de telecomunicaciones que hace tiempo no es más que un refugio de timadores, chorizos, prevaricadores, ladrones y maleantes de guante blanco: Telefónica MoviStar.
El escándalo cotidiano
En un país con un 25% de desempleo, es escandaloso, vergonzoso y obsceno, que un individuo imputado y con unos antecedentes empresariales más que dudosos, tenga acceso a un puesto dorado por su actividad y remuneración. La estulticia de Telefónica MoviStar no tiene límites. Bueno, sí, contratar a Diaz Ferrán. El historial del señor Rato, no es tan bueno como dicen sus hagiógrafos. Padre de las privatizaciones –a través de un pomposo plan llamado Programa de Modernización del Sector Público Empresarial- de las empresas públicas más rentables –Gas Natural, Argentaria, Telefónica, Endesa, Repsol, Tabacalera, Argentaria, Red Eléctrica, entre otras-, lo único que hizo con estas medidas es la de regalar estas compañías a sectores ideológicos afines y hurtar patrimonio a los ciudadanos españoles. El premio concedido, fue el de ser nombrado Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), con categoría de Jefe de Estado, institución de la cual salió por patas, [Ver informe del propio FMI] antes de la finalización de su mandato. Pero como Rodrigo Rato, pertenece a esas élites políticas y empresariales incapaces de entender el tiempo que les ha tocado vivir y acostumbrados a campar a sus anchas, alejados de la opinión pública y del resto de los ciudadanos -a los que por cierto desprecian-, a su vuelta, sus antiguos compañeros de partido en Madrid, le dieron la presidencia de Caja Madrid, con el encargo de formar una caja-banco poderosa que hiciera frente a La Caixa. Y en estas se creó Bankia. [De Bankia, Rato y otros asuntos] Sí, esa de los 300 millones de beneficios –dichos por el “prestigioso economista”- que se transformaron en unos 30.000 millones de agujero, por arte de magia. Pero de magia negra, efectuada por los “malévolos socialistas” con Zapatero y Miguel Angel Fernández Ordóñez a la cabeza.
Algo de aire fresco
Pero hete aquí, que una organización ciudadana, presentó una demanda contra los gestores de Bankia. Y, curiosamente el juez la admitió, e imputó, entre otros a Rato, que como cualquier rata de alcantarilla, se dedicó a echar la culpa a otros y al sistema. Al sistema que lo aupó y lo mimó. Y ese mismo sistema, es el que le vuelve a premiar ahora, con el nombramiento de asesor para Latinoamérica y Europa de Telefónica MoviStar. Asco. El señorito asturiano nacido en Madrid, seguirá llegando a las reuniones en coches de alta gama rodeado de fornidos guardaespaldas, seguirá cobrando la sopa boba y seguirá con su pose altiva y prepotente, mientras sus conciudadanos sufren en sus carnes parte de su gestión. Telefónica MoviStar, seguirá perdiendo clientes y seguirá siendo la vergüenza nacional española, y, como sigan así –leí el otro día en Twitter-, celebrarán sus próximos consejos de administración en el patio de una cárcel de España. Espero –aunque dudo- que se haga justicia y que los responsables de la mayor estafa sufrida por la ciudadanía española –la de Bankia-, paguen por sus actos y el que pilotó esta entidad –Rodrigo Rato-, sea el capitán de los paganos. #BoicotMovistar #BoicotTelefonica.