
Ningún ser humano jamás pensara igual a otra persona, hasta quienes dicen tener una creencia en común piensan diferente en muchos aspectos, por lo cual es inmaduro e infantil desear que a quien piense diferente le vaya mal, una persona íntegra sabe que esto es estúpido, por lo cual lo que más le importa es hacer bien su trabajo para que así con él, le vaya bien a él y a su prójimo; no pierde su tiempo diciendo que algo sirve y que algo no, trabaja para que lo él piensa se haga y de buenos resultados, no pierde su tiempo mirando cómo le va a sus opositores, presta atención a lo que él hace antes de siquiera decir una palabra sobre quienes le contradicen. La Democracia moderna está llena de boludos que viven deseando que le vaya mal a su país, pueblo o departamento, cuando una persona de un partido opositor gobierna, esta inmadurez es otra de las razones por las que democracia no funciona, cuando un pueblo aprende que sea cual sea el partido o la corriente política que gobierna, tiene que trabajar unido por el bien común de la nación, hay progreso, sinergia y una mejora constante, pues no hay nada mejor para un país que su gente trabaje unida por su bien, aun si existen miles de diferencias, un país donde domine el deseo de que le vaya mal al opositor, termina siendo un país pobre en todo sentido.
