Roja Navidad...

Noviembre terminó y ya comienza la cuenta regresiva para las Fiestas... Hermès quiso acompañar este tiempo de preparación y festejos con una vidriera al rojo vivo que no pasará desapercibida para quien camine por la coqueta Av. Alvear de Buenos Aires.Como ustedes saben, yo tengo predilección por la casa francesa que hace de la elegancia y la distinción una forma de vida, así que no soy nada objetiva... Y como muestra de que lo que les digo es verdad, el cambio de vitrina vino acompañado de un cócktail para clientes y amigos al cual fuí gentilmente invitada. Además de asistir al evento, Ana Torrejón y Luciana Tudisca me propusieron que las acompañara en la previa, en el work in progress del armado a cargo de Javier Iturrioz y su equipo. Así, en un domingo que parecía otoñal, pude acceder a este momento íntimo que ahora comparto con ustedes.
Productos seleccionados para la vitrina central

Este personaje representa a un habitante del bosque encantado que soñó Javier, y cuya misión es custodiar los regalos que se encuentran ocultos entre el follaje y los nidos de las aves.

Pero también había que vestir a la dama que acompañaría a esta creación, y Ana participó activamente del armado del outfit total red...

Para que el bosque fuera tal como lo creó Javier, era necesario que todos los detalles se cuidaran al máximo, por eso el equipo compuesto por Walter Borges, Gustavo Pilatti y Martín Pozzi trabajó activamente...

Y el resultado final valió la pena... Con el caer de la tarde, la satisfacción de la labor cumplida. He aquí, el bosque...

La cita para el evento fue el lunes 30 en el local, y no faltó nadie. Clientes y amigos se acercaron a celebrar este encuentro y a brindar por la cercanía del fin de año. Ana y Paula agradecieron a Javier sus 11 años de trabajo en las vitrinas de la casa y a los cinco ángeles -los empleados- que hacen de la tienda ese espacio de calidez tan especial en el que uno se siente en confianza.
Paula González Magrañe, Ana Torrejón y Luciana Tudisca
Y los invitados no dejaron de disfrutar del agasajo ni de comentar todas las vitrinas que tiñeron de colorado la noche porteña... Detalles de las vitrinas laterales, una invitación a perderse en ese bosque...



Nidos con regalos muy especiales y su custodio encantado....

¿Alguna de las delicias que se nos ofrecieron? Láminas de frutas y pétalos de rosas azucarados... Un manjar para golosas como yo.

Y así fue cayendo la noche, con un verdadero agasajo para los clientes y amigos de Hermès que disfrutaron del entusiasmo de su personal y de la amabilidad que ya es norma de la casa. Espero que les haya gustado esta cobertura y que se den una vuelta por Av. Alvear 1981 para ver en persona esta maravillosa obra, hija del talento e imaginación de Javier. Fue un verdadero placer haber podido estar nuevamente allí y es mejor aún saber que compartiéndolo con ustedes, el placer se multiplica. Les dejo un beso y me despido hasta mañana:>