El día de ayer el congresista fujimorista Rolando Sousa divulgó un e-mail entre el Juez César San Martín, candidato electo a la Presidencia del Poder Judicial y conocido por la sentencia ejemplar dada al ex presidente Fujimori por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno además de otros delitos, este e-mail privado trataba de unconversación entre el juez San Martín y el abogado peruano Gonzalo del Río Labarthe, reconocido catedrático de Universidades tanto en el Perú como en España.
La conversación en mención era referente a algunas consultas efectuadas por el juez San Martín a Del Río sobre el caso Fujimori, este tipo de consultas y requerimiento de opiniones es normal entre diversos profesionales, y esta no es la excepción, nadie tiene el conocimiento supremo como para poder tomar decisiones de suma importancia sin antes consultarlo con profesionales probos.
Pues bien, resulta que el congresista Rolando Souza trato, al deslizar esta comunicación, de sembrar la duda en lo referente a la sentencia a Fujimori, dejo entrever que ésta fue preparada desde el extranjero cuando el bien sabe que se trato sólo de consultas profesionales y lo que es peor aún, trató de hacer ver que no sólo fue preparada la sentencia desde el extranjero sino que se trataba de una conspiración contra Fujimori diseñada desde antes y con el amén de gobiernos extranjeros, tratándo, de esta manera, de desvalorizar y descalificar la ejemplar sentencia.
Pues resulta más suspicaz aún que este e-mail haya sido divulgado nada menos que en Correo, diario que dirige la “geisha solapa” de Aldo Mariátegui quien, como todo cobarde con sentimiento de culpabilidad, escribió en su columna una aclaración de que el no daba fé certera de lo que afirmaba Rolando Sousa sino que publicaba esta comunicación …”exclusivamente por el tremendo peso noticioso del hecho y en absoluto motivados por cualquier circunstancia subjetiva, política o subalterna”… como literalmente lo escribe.
Lo curioso del caso es que después de “aclarar” su posición enfila su batería de ataque al juez San Martín por considerarlo peligroso debido a su …”acercamiento con ONG’s caviares”… término utilizado al más puro estilo fujimorista, lo que me queda claro a mi es que Aldo Mariátegui es una “geisha solapa”, es el cancerbero encubierto de Raffo y compañía y que, lamentablemente, tiene tribuna en cierto sector radical de nuestro país, sector que se constituye mayoritariamente por quienes añoran el regreso del reo convicto Fujimori ó por tratar de perennizarlo en el poder a través de su hija Keiko.
Felizmente el juez San Martín salió elegido Presidente del Poder Judicial y con esto se espera que algunos cambios comiencen a darse dentro de este poder que tanto necesita para mejorar comenzando por los absurdos códigos civiles y penales que sólo benefician a los corruptos y a quienes pretenden institucionalizar esto engañando al pueblo.
Lo lamentable es que aún seguimos observando este tipo de prácticas muy comunes durante el fujimorato, sino recordemos el acoso del que fue víctima Valentín Paniagua siendo ya presidente del Perú donde utilizando al cándido Nicolás Lúcar, trataron de hacernos ver que el probo presidente Paniagua estaba coludido también con personajes oscuros de la corruptela fujimorista, ó recordemos también el ataque del que fue víctima Alberto Andrade, uno de los mejores alcaldes que tuvo Lima y serio candidato a la presidencia en esos tiempos, los diarios chichas publicaban mil y un mentiras acerca de él, chismes baratos tergiversados que ponían en tela de juicio hasta sus negocios, una época muy terrible que muchos no queremos volver a vivir.
Pero ese a sido siempre el juego del fujimorismo, la mentira, la tergiversación, las denunciadas fabricadas en la salita del SIN y lamentablemente con un pueblo totalmente desinformado cualquier chisme cala hondo en la mente de cada uno de ellos, esa es la criollada que debe ser desterrada de nuestro país si deseamos evolucionar, ese tipo de prácticas deben ir desapareciendo poco a poco del espectro político peruano, si se va a denunciar algo que se haga con pruebas y con delitos confirmados, el chisme sólo alimenta el escándalo y éste las preferencias de los corruptos.