Revista Videojuegos

Rolspectiva III

Publicado el 18 enero 2015 por Oligbert
Tercera y última entrada sobre esta vida rolera mía. Llegamos al final de este camino que me ha llevado a donde estoy y, en cierto modo, a ser como soy. Hoy puedo decir orgulloso que me gusta el rol, los cómics y estar tirado en el suelo jugando con mi hija, que ya reconoce a Batman y Darth Vader cuando los ve. Tengo 36 años y no sé cuántos me quedarán de seguir jugando y divirtiéndome con mis amigos jugando a rol. Tampoco me preocupa saberlo. Siempre hay que disfrutar lo que tenemos sin preocuparnos del qué vendrá, y sobre todo ahora que ese tiempo para el rol es tan escaso y a la vez tan preciado.Aquí podéis ver la primera entrada y aquí la segunda.
2003 – 2014. Madurez, aspectos y experiencia

Rolspectiva IIIFue en una de las quedadas del foro y el canal de IRC donde conocí a la que sería mi mujer. Otro amor a primera vista. Y aunque al principio me costó hasta presentarme, al final conseguí salir con ella y, bueno, once años después aquí seguimos casados y con una hija preciosa.Posiblemente el noviazgo con un rolero no sea fácil. No quiero decir que con otra persona lo sea, pero al menos el mío tuvo sus pequeños roces. El primero, a mi novia no le gustaba que los fines de semana me fuese a jugar a rol y no nos viéramos. Las partidas, como he dicho, eran maratonianas y había fines de semana que no nos veíamos nada. El segundo… vale, no hay segundo, ni tercero, ni cuarto, sólo tuvimos esa discrepancia, por llamarla de alguna manera. Fue en una de estas discusiones donde surgió la escritura de un ensayo sobre juegos de rol. El ensayo lo publicaría NoSoloRol unos años más tarde, y desde entonces hemos mantenido una buena relación con la editorial y con sus integrantes, pero esto ya lo cuento después.En esta época tuve que reducir mis partidas en un buen número. Sólo mantuve la que dirigía con mi grupo a Vampiro, a la que mi novia se unió. Nueve meses después nos fuimos a vivir juntos, y aunque las apuestas tras bambalinas no daban un duro por nosotros, aquí seguimos. Como toda convivencia tuvimos nuestros baches, pero nuestra relación está unida por los cabellos de Mehare y no tardamos en hacernos el uno al otro. Fue en ese momento, más o menos un año después de reducir partidas, cuando volvimos a ampliar el catálogo, esta vez los dos juntos. Jugamos a Vampiro, Star Wars, Hombre Lobo, La Llamada de Cthulhu e incluso D&D, pero había algo que aun no había salido a la luz. A mi señora sólo le gustaba Vampiro. O_O Jugaba al resto de juegos por hacerme compañía, pero no le gustaban nada. Me dijo que sólo jugaría a Vampiro y Star Wars, y alguna partida que dirigiera yo. Me pareció correcto, por supuesto. No iba a obligar a nadie a jugar a algo que no quisiera, y menos a mi señora.Mientras tanto ella estaba escribiendo el ensayo sobre juegos de rol. Creer lo Increíble, se tituló, y gracias a Ricard Ibañez entramos en contacto con una nueva editorial de juegos de rol que estaba empezando. Esa editorial era NoSoloRol (sí, ya sé que esto ya lo he dicho antes) y tras unas cuantas reuniones con Manuel, en las que me llevé todo lo de sLAng que tenía (juegazo, por cierto) se decidió a editar el libro. Fue presentado en 2007 en las Ayudar Jugando. Al año siguiente nos invitaron a las Castilla y Dragón 2008 para hablar de juegos de rol. Las mejores jornadas a las que he ido, sin duda. Todos los que allí estuvimos tenemos un muy buen recuerdo de ese fin de semana. En 2009 nos llamaron para hablar en las jornadas Arkadia, en Barakaldo. Las jornadas no me gustaron mucho, creo que había mucho caos, pero la ciudad me encantó. Además que la gente de allí tuvo el buen gusto de pillarnos el alojamiento justo enfrente del bar donde se hacía la fiesta de clausura. Sólo puedo decir que el viaje de vuelta, en el cual yo conducía, se me hizo más largo que una excursión por el Caradhras. Y así seguíamos. Jugando a rol cuando podíamos y disfrutando del resto del tiempo lo mejor que nos dejaban. Por unos pequeños problemillas de vértigos me recomendaron buscar una actividad que me relajara para desestresarme. Decidí volver a pintar miniaturas y, por ende, volví a retomar Warhammer 40K con Templarios Negros. Al salir la sexta edición me hice un ejército de Caballeros Grises (que siguen en gris porque no los he pintado aun, al igual que los Templarios). Y entonces llegó el feliz momento en que nos quedamos embarazados. Es imposible describir lo que sentí, pero puedo decir que fue uno de los mejores momentos de mi vida. Conseguí compaginar la vida familiar con la rolera dejándome un día al mes para jugar (que ahora ya son 2 y a veces 3, mi mujer es una santa) y la verdad es que todo va de maravilla. He tenido que cambiar algunos hábitos, cierto, como jugar las partidas que dirijo en casa a partir de las 20:00 que es cuando mi hija ya está acostada, pero salvo eso creo que tengo más de lo que podría imaginar (y puedo imaginar muchas cosas). No he dejado de comprar rol, reservando los títulos gordos para ocasiones especiales (aniversario, cumpleaños, navidades, el día de la comunidad de Madrid, aniversario de la caída del muro de Berlín o las fiestas comunales de San Clemente). Y con un bebé recién nacido mi mujer se metió en la traducción de The Dresden Files para NSR. Hay que decir que me mostré contrario a la idea desde el principio. Traducir un juego de rol no es fácil. Mi mujer ha traducido varios libros y módulos para jugar en casa, en plan doméstico, pero una traducción profesional es otra cosa. Aunque el trabajo fue duro, ver tu nombre en los créditos de un juego de rol, formar parte del equipo que lo ha hecho posible, mola mucho.Es en esta época, con la sesión mensual, en la que más juegos y sistemas nuevos he conocido e introducido en el grupo. Algunos han tenido mucho éxito, como La Puerta de Ishtar o Apocalypse World, y otros menos como FATE, pero no ha faltado mes en el que no haya tirado dados con mis amigos, ¡y lo que aun nos queda! En la parte de creación rolera todos los esfuerzos han ido a La Puerta de Ishtar. Culpa de ello la tuvo mi hija, pues cuando era un bebé no se quería dormir en el cuco y dormía sobre su madre o sobre mí. La tumbaba sobre unos cojines encima de mis piernas y mientras ella dormía yo leía comics de La Espada Salvaje de Conan en el pc. La integración de ambos mundos es tan sencilla que las cosas salían solas.
Y de un día para otro me veo metido en la preparación de una campaña para RuneQuest, juego que nunca formó parte de mi old-school (os recuerdo que yo soy de MERP y Rolemaster), de nuevo enredado con un juego de miniaturas (el de Batman), y con la cabeza llena de ideas para otros juegos recién salidos. Jugando, creando, y viviendo rol, que es lo que nunca tuve que dejar de hacer y que, por fortuna, pude recuperar.
Y ya está. Esta ha sido mi vida rolera. No habrá sido muy divertida, no habré jugado a muchos juegos, no será muy interesante, pero es mi vida. Así es como he jugado a rol y así es como seguiré jugando hasta que la propia inercia del tiempo me diga lo contrario.

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