Revista Opinión

Roma, Bernini y los fantasmas de la Iglesia.

Publicado el 22 junio 2010 por Adolfo Morales
Roma, Bernini y los fantasmas de la Iglesia.
Esta escultura pertenece a uno de los gigantes de la Fuente de los Cuatro ríos (una alegoría de los ríos más grandes de la tierra: Nilo, Ganges, Danubio y Río de la Plata, construida cuando aún el Amazona era un desconocido por explorar). Pertenece a una época en la que el gran Bernini se encontraba en su mejor dominio y autoridad creativa, la fuente tiene como eje central el Obelisco de Domiciano, un emperador romano equiparable en tiranía y crueldad  a Caligula o Nerón. El conjunto junto a otras dos fuentes situadas en los extremos, dan nombre a la conocida PLAZA NAVONA cuya forma ovalada se debe a que este espacio, antes fuera el Circo Agonalis de Domiciano con capacidad para 33.000 espectadores y en el que los romanos disfrutaban de los populares juegos atléticos. Justo en la vertical, frente por frente al monumento en cuestión está situada la Iglesia de Santa Inés, en lo que en el transcurso de los años fuese un burdel. Inés entonces una aristócrata, fue obligada a desnudarse para divertir a los clientes. Según la leyenda, sus cabellos crecieron milagrosamente hasta cubrir su desnudez. Es también lugar del martirio y lugar del "milagro" y de su ofrenda a "Dios", pues allí mismo se la dio muerte.
Toda Roma tiene algo de misterioso y simbólico, y la mezcla entre lo pagano y lo divino, hablan mucho del pulso de poder que esta ciudad ha vivido a lo largo de los siglos. Es por eso que esta plaza es tan significativa en lo simbólico, pues construida bajo las ordenes del Papa Inocencio X, cuyo estandarte queda bien reflejado en la alegoría del conjunto, prevalece el obelisco rematado con una paloma que sujeta una ramita de olivo en su pico. Anecdóticamente añadiré para vuestra curiosidad, que este obelisco no fué esquilmado a Egipto, muy al contrario, es el primer obelisco mandado tallar con material de las canteras de Assuán, en los textos jeroglíficos grabados en sus cuatro caras se hizo nombrar con los títulos de los faraones.En esta plaza se rodó una de las escenas de Ángeles y Demónios entre otras.
Fotografía: A. Morales (C) 2010 "Gigante del Nilo". Bernini.

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