Roma, el PLD y el Comité Central

A primera leída ninguno de los enunciados parece tener relación entre si. Pero, le aseguro, que solo es a primera vista. En vísperas de unas elecciones internas, en las cuales se reestructurarán los comités políticos locales y el Comité Central Nacional del Partido de la Liberación Dominicana; he visto a bien reflexionar sobre el papel de los dirigentes del Partido.Actualmente el PLD es la única fuerza dominante sobre el mapa político nacional. Con la representación amplia en el congreso; la administración de la mayoría de las alcaldías y gobernaciones, y la guerra intestina entre, el que otrora era, el partido de oposición de más influencia, el PRD; el Partido morado se presenta como la única opción de poder. Con 5 victorias aplastantes y la certitud de una sexta (principalmente por el ultimo de los puntos antes mencionados), nos encontramos con una maquinaria de poder incuestionable. El liderazgo del ex presidente Leonel Fernández Reina, ya sea para bien o para mal, ha sido reconocido. Ahora, en este momento histórico, la estrella propia del presidente Danilo Medina ha subido. Un partido, 2 cesares. Y aquí quiero aprovechar para hacer las comparaciones.Roma, como muchos de los que me leen sabrán, era el poder incuestionable de su época. Su senado, modelo de legislación, sus legiones, modelo de maquinaria de guerra; los cesares, su manda más. Fue el imperio que mas tiempo permaneció (sobrepasando a imperios igualmente esplendidos como el babilónico, griego y persa). Pero aun Roma cayó. La seguridad de sus mismas instituciones y la ligereza con la que comenzaron actual sus líderes provocó pequeñas divisiones internas que dieron oportunidad a que las grandes llegasen. Temo, viendo y comparando ambas instituciones, el imperio romano y el partido, que algo pueda ocurrir. Primeramente quiero presentarle, llanamente, algunos de los factores principales que llevaron a la caída del imperio romano:-   La introducción de elementos externos de las partes conquistadas que al final lucharon por su cuota de poder.-   La indolencia del liderazgo romano.-   La lucha interna por el manto del Cesar.-   La corrosión del poder. Roma no fue destruida por las invasiones bárbaras; estas solo fueron posibles por la autodestrucción que ya el imperio sufría. Bueno, pasemos al PLD y al Comité. El Partido o mejor dicho las candidaturas, nos guste reconocerlo o no, solo ha ganado gracias a las alianzas. Pero cada alianza trae un compromiso. Y cuando “dichos elementos externos” exigen cuotas de poder, la mayoría de veces hay que otorgárselas en perjuicio de los miembros internos. Esto provoca desencanto. Igualmente el clientelismo que nos invade: hoy por mí mañana por ti, parece ser la regla principal. Te doy mi voto si me das lo mío ha llegado a invadir el territorio morado. Pero el peor peligro está en el liderazgo. Así como en la antigua Roma muchas familias aspiraban a tomar el trono, actualmente muchos líderes igual. He visto como se ha creado en algunos círculos una especie de “cesarismo” entorno a las figuras de Leonel y Danilo. Aunque otros aspiren, las condiciones están dadas para que solo uno de ambos sea el Cesar. Debemos cuidarnos de que nos pase lo mismo que al PRSC y al PRD que se centraron un solo líder y no dieron paso a los demás. Leonel y Danilo no estarán para siempre. Si los líderes actuales emergentes no construyen su plataforma, pueda ser que en el futuro haya una inestabilidad de liderazgo que cueste al partido. El Comité Central, para mí, es el semillero de líderes. Esta es la oportunidad de introducir sangre nueva que le dé perspectivas nuevas al Partido. Reconozcámoslo, el pueblo no ve con buenos ojos a muchos de los dirigentes que conforman actualmente del CCN. Caras nuevas traerá esperanza y confianza nuevas. Por último, la corrosión por causa del poder duradero. Roma no tuvo oponentes militares que la desafiasen, lo que la llevo a confiar en su eternidad. Pero sufrió una implosión que la llevo a su extinción. Noto como muchos afirman “tantos años más” en el poder. Reconozcámoslo, si nos hemos mantenido ha sido, en buena parte, por la idiotez de los lideres perredeistas y el interés clientelistico de muchos de los aliados (quienes siguen la política de apoyar al seguro ganador). Pero; ¿Qué pasaría si por esas cosas de la vida política el PRD se unifica bajo un liderazgo estable y enérgico? ¿Qué pasaría si muchos miembros del partido pierden la vocación por el mismo y solo lo ven como medio de conseguir lo suyo? ¿Qué pasaría si Leonel y Danilo, por leyes de la vida, ya no estuvieren presentes? ¿Se lo han preguntado? ¿Qué pasaría si el pueblo se cansa (y puede cansarse) de tener un solo plato en la mesa política? Es en el poder donde hay que procurar ser humildes.
En estas elecciones del 12 de enero debemos traer con nuestro voto cambios. Elegir compañeros y compañeras que amen, trabajen y deseen un bienestar por las bases. Entiendo que cuando el profesor Juan Bosch acuno el eslogan “Servir al Partido para servir al Pueblo”; se refería a que cada líder debe hacer del trabajo por las bases del Partido su principal obra. ¿Si no trabajas por las bases que te apoyaron; como se espera que lo hagas por el pueblo en general, especialmente el que no te apoyo?