Un texto de Federico Romero Díaz
La historia del Imperio Romano a finales del siglo IV y principios del V esta estrechamente ligada a la biografía de Alarico y esta, a su vez, la podemos resumir en la historia de sus viajes. Recorrió miles de kilómetros. Primero de Tracia a Macedonia, después llegó a las puertas de la imponente Constantinopla, la nueva Roma. Desde allí atraviesa la Tesalia griega atravesando el paso de las Termópilas, aquel famoso lugar en el que en el siglo V a.C el rey Leónidas dejó su vida luchando contra el invasor persa junto a otros 300 espartanos y unos miles de aliados de otras ciudades griegas. Finalmente llegará a la antigua y sabia Atenas atravesando Beocia. De allí llegará a la poderosa Corinto y al Peloponeso pasando por ciudades como Esparta o Argos. Se asentará en Epiro, desde donde marcha al Illyricum. Saqueó el norte de Italia, Liguria, Rávena y por fin, tras dos asedios fallidos, en el 410 entrará en Roma. Desde la Urbs desciende al sur, hasta Cosenza, donde en el 410 encontrará un final teñido de leyenda.
Alarico en "Bárbaros: el Despertar, cap 7".
Son miles de kilómetros hechos junto a sus guerreros que, poco a poco, se irán convirtiendo en su pueblo. Le han nombrado rey y se desplazan en carromatos llenos con sus mujeres y niños, con sus rehenes y esclavos, sus provisiones y los tesoros que han ido saqueando en su viaje por un Imperio que a veces se muestra hospitalario y casi siempre hostil.
Las diferentes invasiones godas, la de Alarico incluida, al Imperio Romano.
Orígenes de Alarico
No se conoce con exactitud la fecha exacta del nacimiento de Alarico, se considera que debió nacer entre el 365 o el 370. Claudiano, el poeta romano contemporáneo del godo, nos cuenta que nació en la isla de Peuke, en la desembocadura del Danubio, en la actual Rumanía, fuera de lo que eran las fronteras del Imperio Romano. Algunos autores lo emparentan con Alavivo, el rey que llevó a los godos tervingos a la frontera romana del Danubio en el 376, huyendo del acoso de los hunos y Jordanes le hace descender de la poderosa familia de los Baltos. En cualquier caso sabemos que se casó con la hermana de Ataulfo y tuvo con ella una hija que a su vez, contraerá matrimonio con el rey visigodo Teodorico (418-451). La infancia y la adolescencia de Alarico debió ser similar a la de otros jóvenes godos entregados al entrenamiento en el uso de las armas y en la guerra. El joven debió ir adquiriendo una buena posición entre los nobles godos que, junto a sus seguidores, como foederati, en territorio imperial por Teodosio.
Isla de Peuke.
Jordanes e Isidoro, que escribieron mas de un siglo después de la muerte de Alarico, nos informan de que "Alaricus creatus est rex" es decir que fue elegido rey por los suyos. Otros autores más cercanos en el tiempo como Olimpiodoro de Tebas lo llama filarchos o jefe de tribu, Zósimo hegemon, etc. Lo que si sabemos por Hidacio es que tras su muerte su sucesor Ataulfo, también fue nombrado rey. La elección de Alarico como rey en torno al 394 pudo deberse a varias causas como su rebelión contra el poder romano tras la masacre de sus seguidores en la batalla del Frígido en ese mismo año que costó la vida a unos 10.000 de sus seguidores, según Orosio, la muerte de otros líderes como Fravita o Eriulfo en enfrentamientos internos y a otros factores como a su capacidad de liderazgo tanto en la batalla como frente al poder romano.¿Quiénes seguían al rex Alarico?
Teodosio tras el sacrificio hecho en batalla no recompensó, al menos como el godo esperaba, la sangre de sus seguidores, limitándose el Emperador a otorgarle el título de comes rei militari insuficiente para un general que aspiraba a comandar no solo a foederati, sino también a tropas regulares romanas. Esta disconformidad con el poder romano fue una constante en la vida de Alarico, en especial con el emperador Honorio o con sus consejeros y generales que se negaron a concederle las tierras, dinero y alimentos que reclamaba para su pueblo. Fue esa insatisfacción la que le llevó a emprender la guerra contra los romanos, a saquear sus tierras y asediar sus ciudades a lo largo de toda su vida.
Los seguidores de Alarico, ese conglomerado que algunos calculan en 40.000 personas y que vamos a conocer como visigodos, eran un heterogéneo conjunto de godos de su gens que aumentó con la suma de las gentes que se les iban uniendo a lo largo de su camino por las calzadas romanas. Sabemos que tras la muerte de Estilicón en el 408 y la masacre de las familias de sus foederati, el número de sus seguidores se incrementó consideraablemente con la adicción de estos soldados godos tervingos, hunos, vándalos, celtas y muchos provinciales romanos(casi todos antiguos soldados del godo Radagasio, indignados por el asesinato de su general, y de sus mujeres e hijos). En el 409 durante el segundo asedio a Roma se le unieron casi todos los esclavos bárbaros de la ciudad. A su muerte, tras 25 años de lucha por todo el Imperio el grupo que seguía a Alarico, los visigodos eran muy distintos y de origen muy variado al núcleo inicial de godos con los que el joven había iniciado su aventura en el Imperio Romano.
Como ya hemos mencionado en el 394 lo encontramos en la batalla del Frígido que enfrentó al ejército del emperador Teodosio contra las tropas del usurpador Eugenio. Tras la decepción por la falta de una recompensa adecuada a su sacrificio, Alarico se rebela contra el poder romano y marcha hacia Oriente. Ya en Grecia acampa frente a las murallas de Constantinopla. Frente a la capital romana de Oriente, en su campamento, se entrevista con el poderoso Rufino el secretario de Arcadio y parece que llega a algún tipo de acuerdo con él.
Primer día de la batalla del río frígido. Alarico atacan frontalmente a las de Argobastro y pierde un gran número de seguidores.
En Grecia, desde Tesalia se dirige hacia Atenas, atravesando las Termópilas donde parece que las tropas romanas, tal vez por orden de Rufino, le dejan el paso libre a la fértil Beocia que devastaron a placer, siendo los daños causados en esa ocasión todavía visibles muchos años después Solo la fortificada Tebas pudo escapar a la destrucción. Desde allí, ya en el 396 se dirigió al puerto de Atenas, El Pireo. Su intención era cortar el abastecimiento de la ciudad y rendirla por hambre, algo que repetirá en su asedio de Roma. Atenas ya no era la ciudad esplendorosa que había sido siglos atrás pero conservaba su prestigio como centro intelectual del paganismo tradicional. Atraía aún a escritores, pensadores y juristas de todo el Imperio que acudían allí para formarse en sus escuelas.
Aunque hay división entre los historiadores, parece que todos los indicios apuntan a que Alarico pactó con los dirigentes de Atenas una fuerte compensación económica por no saquear y destruir la ciudad, siendo tratado con respeto y diplomacia por la élite ateniense. Desde Atenas se dirigirá a Eleusis que albergaba el santuario de la diosa Demeter, después a Megara y por último pasará al Peloponeso donde Corinto, Argos y Esparta serán tomadas por la fuerza. Tras el saqueo del Peloponeso se dirige a una zona montañosa del norte de la Arcadia, Pholoe, donde es acorralado por una fuerza expedicionaria al mando del mismísimo Estilicón que, obedeciendo órdenes o por la urgencia de acabar con la rebelión de Gildón en África, abandona el cerco al que tenía sometido a Alarico que pacta con Constantinopla su asentamiento en Epiro, donde permanecerá desde el 397 casi cuatro años.Viaje de Alarico por Grecia
Allí por fin consigue la satisfacción a sus demandas, siendo nombrado Magister militum per Illyricum o jefe de todos los ejércitos romanos en Iliria con derecho a una paga, a recaudar tasas, controlar las fábricas romanas de armamento para equipar sus tropas y tierras para el asentamiento de sus seguidores.
Alarico invade Italia
Parecía que Alarico tras muchos años de viaje y saqueo, de enfrentamiento con el poder romano había conseguido de este lo que buscaba: el reconocimiento de un puesto en el escalafón del ejército que le facilitaba el acceso a los recursos que necesitaba para mantener a sus seguidores. Sin embargo, en el 401, tras casi cuatro años dedicado a recomponer y equipar sus fuerzas en el Épiro, reclama a Honorio, el Emperador de Occidente una fuerte suma y tierras en el Nórico, Dalmacia y Venecia para asentarse.
¿Qué pasó para que se produjera ese cambo de actitud? Posiblemente dio este paso obligado por Constantinopla donde el poderoso prefecto del pretorio Aureliano lideraba una facción antigermánica que no veía con buenos ojos que un "bárbaro" como Alarico ostentara un cargo de tanta importancia.
Sus peticiones son rechazadas por la Corte de Milán, por lo que invade el norte de Italia saqueando Aquilea, la zona de la Venetia y otras ciudades del Norte de Italia de camino a su verdadero objetivo, Mediolanum (Milán) la sede del emperador Honorio. Alarico se entretuvo en Mediolanum en largas negociaciones en las que se determinó el asentamiento de los visigodos de Alarico en la Galia e Hispania. Hacia allí se dirigían cuando fueron sorprendidos por las fuerzas de Estilicón que les derrotan en Pollentía (actual Pollenzo a 60 km de Asti) en el 402. Alarico sufrió una severa derrota, perdió gran parte de su tesoro, producto de años de rapiña. Incluso parte de su familia fue capturada en esa batalla. A los pocos meses fue derrotado de nuevo cerca de Verona, pero Estilicón le dejó escapar de nuevo, pactando con él su regreso a Epiro. Allí recuperando su puesto de magister militum per Illyricum, aunque esta vez el título fue concedido por Honorio desde Occidente, no por Arcadio desde Constantinopla.
En el 405 se produce la famosa invasión de Italia por el contingente encabezado por otro godo, Radagasio. Se reforzaron las murallas de las ciudades, las de Roma incluidas. Estilicón rodeó a las tropas de Radagasio que se encontraban frente a las murallas de Florencia. El ejército compuesto por godos, hunos y otros pueblos se vio aislado por muros y terraplenes y falto de provisiones. Finalmente se rindió tras ser derrotado en la batalla de Fiesiloe en Agosto del 406. Radagasio fue ejecutado y sus seguidores convertidos a la esclavitud o en nuevos foederati al servicio de Occidente.
Radagasio es apresado tras la batalla de Fiesiloe(406). Salón de los Quinientos, en el Palazzo Vecchio, 1563-1565.
A Estilicón se le multiplicaban los frentes: a la invasión de Italia por Radagasio se sumaba la irrupción en la Galia de vándalos, suevos, alanos y otros pueblos la noche de fin de año del 406; en Occidente hay un nuevo usurpador que se hace llamar Constantino III y además Alarico reclama de nuevo el pago por sus servicios durante los dos años que ha estado en el Epiro sirviendo a Honorio.PRIMER CERCO DE ROMA(408)
En el 408 Estilicón convence a Honorio para que pague a Alarico lo que pide. La idea es que a cambio, Alarico y sus guerreros acudan a luchar contra el usurpador Constantino III. Estilicón acudiría a Constantinopla, donde había muerto Arcadio, para proteger al nuevo emperador Teodosio II, aún un niño. Sin embargo, debido a las maquinaciones del magister officiorum de Honorio, Olympius se produce una gran masacre de todos los funcionarios partidarios de Estilicón que es detenido y ejecutado mediante engaños. Los siguientes en morir serán las familias de los foederati de Estilicón residentes en el las ciudades del norte de Italia que son asesinados por miles. Los antiguos soldados de Radagasio, que ahora lo eran de Estilicón, indignados por la muerte de su general y de sus esposas e hijos, se pasarán en bloque al servicio de Alarico que verá aumentado su ejército con estos experimentados soldados. Honorio, influido por Olympius, rechaza el pacto anterior alcanzado con Alarico que desde el Nórico, penetra de nuevo por Aquilea en Italia y avanza con su pueblo devastando las ciudades y campos que encuentra en su camino con un nuevo objetivo: Roma la capital del Imperio en Occidente y donde se atesoraba gran parte de su riqueza. Asentó su campamento antes las puertas de la ciudad y bloqueó el aprovisionamiento de trigo de los romanos desde el puerto de Ostia. Para reforzar aún más sus fuerzas, pidió ayuda a su cuñado Ataulfo que acudió con un considerable ejército de godos y hunos.
Vista aérea de Roma a principios del siglo V.
Pronto se dejo sentir el hambre entre el casi medio millón de habitantes de Roma. Las raciones fueron reducidas. La miseria y las epidemias se hicieron dueñas de sus calles. El Senado envió a dos representantes, el hispano Basilio y el jefe de los secretarios llamado Juan. Los sitiadores demandaron 5.000 libras de oro, 30.000 libras de plata, 4.000 vestidos de seda, 3.000 pieles teñidas de rojo escarlata y 3.000 libras de pimienta. Aunque nos parezca una enormidad debemos tener en cuenta que un senador romano tenía un beneficio anual de unas 1.000 o 2.000 libras de oro al año, por lo que podían permitirse, entre todos, satisfacer las exigencias del rey de los visigodos. La difícil labor de determinar cuanto tenía que pagar cada ciudadano se le encomendó a Pallatius el comes sacrarum largitionum, encargado de las finanzas. Ante las reticencias de muchos senadores a declarar su autentica riqueza, se acabó recurriendo a despojar de todos los adornos de oro, plata y joyas a las estatuas de la ciudad para fundirlas. Entre ellas se fundió la joya que representaba la virtus, es decir el valor, lo que para el historiador pagano Zósimo supuso una catástrofe completa que alejó a la ciudad de sus dioses ancestrales.
Reunido el montante total exigido por Alarico, este permitió a los romanos abastecerse y se retiró a Etruria, más hacia el norte junto a miles de esclavos romanos que huyeron de la ciudad para integrarse en el pueblo del rey godo que había sometido a Roma.
SEGUNDO CERCO DE ROMA 409
A pesar de haberse retirado de Roma, el contingente del godo seguía en Italia y las conversaciones con Rávena sobre la entrega mutua de rehenes y los acuerdos de paz continuaban sin obtener ningún fruto. Honorio, sordo al consejo del Senado, que ya poco contaba, estaba totalmente dominado por la corriente antigermánica de su corte se obstinaba en no conceder ningún cargo militar romano a Alarico, a pesar de las promesas de este de ayudarle contra Constantino III y los invasores de la Galia e Hispania. Cansado de las continuas negativas de Honorio, Alarico pone de nuevo cerco a la ciudad y derrota al contingente de 6.000 soldados que se envía desde Rávena a socorrer a Roma.
Tras el fracaso de una nueva embajada compuesta ahora por un grupo de obispos que presentan las nuevas peticiones del godo, razonablemente rebajadas, Alarico bloquea de nuevo Portus(Ostia) y corta la entrada de alimentos en la ciudad.
El Senado se ve obligado a acceder a la nueva exigencia de Alarico: nombrar como nuevo emperador a Priscus Attalus, un influyente senador que en ese momento desempeñaba en Roma el cargo de Praefectus Urbis.
Moneda de oro de Prisco Atalo
El nuevo emperador, como no podía ser de otra manera, nombra a Alarico magister militum utriusque militae y a Ataulfo comes domesticorum, los dos puestos militares más importantes en el ejército romano. Roma esta hambrienta de nuevo y se siente abandonada por Honorio y no opone resistencia al nuevo "régimen". Atalo y Alarico se dirigen a Rávena al frente de un ejército a presionar a Honorio que parece ahora más inclinado a compartir el poder. Alarico trata de enviar otro ejército a África, donde Heracliano, fiel a Honorio, bloquea el envío de trigo a Roma, pero Atalo se niega a enviar bárbaros a una zona del Imperio que no ha conocido hasta el momento invasión alguna e impone unas duras condiciones a Honorio que se salva en el último momento gracias al envío desde Oriente de un ejército de más de 40.000 soldados que le hacen replantearse la huida a Constantinopla que tenía planeada. El bloqueo de los envíos de grano de África hacen que Roma caiga de nuevo en el hambre y la miseria más profunda. Alarico defraudado con Atalo que sigue negándose a enviar tropas bárbaras a África acaba llegando a un acuerdo con el reforzado Honorio. Desposee a Atalo de sus prerrogativas imperiales y marcha al norte de Italia.
TERCER SITIO DE ROMA Y SU SAQUEO. 410
No se sabe exactamente el motivo de la ruptura del acuerdo entre Alarico y Honorio. Ambos parecían ultimar un acuerdo que llevaría a los visigodos a asentarse en la Galia e Hispania, donde combatirían juntos al usurpador Constantino III. Sin embargo en medio de estas negociaciones el campamento de Alarico es atacado por un contingente de unos 300 godos al servicio de Honorio y al mando de Saro, antiguo rival de Alarico y Ataulfo.
Alarico, cansado ya de tantos fracasos y traiciones, en las negociaciones con Honorio se retira a Piceno y desde allí decide marchar nuevamente contra Roma. No podía tomarla al asalto, la ciudad gozaba de poderosas murallas y estaba bien defendida, así que decidió sitiarla de nuevo esperando que el hambre convenciera a los romanos de su derrota. No tenemos fuentes contemporáneas a este tercer asedio y posterior saqueo de la ciudad. Tenemos que fiarnos de la arqueología y del testimonio de Procopio. Tampoco sabemos exactamente como entra Alarico en la ciudad. Al parecer las puertas fueron abiertas desde dentro. Procopio nos ofrece dos posibilidades, una es que la abrieran algunos de los 300 jóvenes que el autor cuenta que envió a la ciudad para que se infiltraran al servicio de familias nobles, la otra es que la rica dama romana Anicia Faltonia Proba, profundamente cristiana y movida por la caridad abrió las puertas ella misma para poner fin al sufrimiento de los habitantes de Roma.
Por las fuentes da la sensación de que se llegó a algún tipo de acuerdo con el rey de los visigodos. Si bien es cierto que hubo abusos y la ciudad fue despojada de gran parte de sus riquezas durante los tres días que van del 24 al 27 de agosto del 410, también lo es que se evitaron destrucciones generalizadas en la ciudad y masacres innecesarias, respetándose el derecho de asilo en las iglesias de la ciudad. Las fuentes más cercanas al acontecimiento como Sozomeno o Philostorgio hacen hincapié en que algunos edificios se vieron afectados, que las riquezas de la ciudad fueron saqueadas aunque Roma no tardó en recuperarse. En el 414 en un informe al emperador Honorio el prefecto de la ciudad Cacina Decius Aguralis Albinus solicita un aumento del canon frumentario, al parecer la población había aumentado. Si en el 410 los ciudadanos con derecho a la annona eran 106.000, en el 14, solo cuatro años después, habían aumentado a 120.000. En cuanto a los destrozos materiales no parecen tampoco excesivos. El objetivo de Alarico era hacerse con la riqueza de la ciudad, no destruirla ni masacrar a sus habitantes. Se aprecian daños que podrían corresponderse con esa fecha en los Horti Sallustiani que estaban al lado de la Porta Salaria, el lugar por el que pudieron entrar los godos. Se aprecian daños también en la domus Pinciana y la domus Sallustiana( donde estaban las residencias de Vespasiano, Nerva y Aureliano). En el Celio algunas casas como la de los Valerios fueron destruidas . También la de Marcella (en el Aventino) donde se encontró un tesorillo de 1.800 sólidos de oro o la de Anicia Proba y una iglesia llamada Basilica Iulii. Otros lugares que también pudieron verse afectados fueron las Termas de Constantino, el Templum Pacis en el Foro de Vespasiano, un lugar lleno de obras de arte como el gran candelabro de siete brazos y otros objetos como la mesa de Salomón que Tito saqueó en el Templo de Jerusalén.
En conclusión parece que la arqueología respalda el testimonio de las fuentes escritas que nos hablan de destrucciones parciales y saqueos durante los tres días que duró la presencia de los visigodos en la ciudad. Acuciado, muy posiblemente por la falta de suministros, marchó hacia el sur saqueando a su paso por la Campania los recursos que encontraba. La negociación con Honorio era después del saqueo de Roma imposible, había que buscarse otro lugar para vivir y el mejor para hacerlo parecía la rica y próspera África romana.
A la caída de Roma se le dio, por muchos autores, un significado simbólico. San Jerónimo ve en ello el fin del poder de Roma, más aún, el fin del mundo " Que puede estar a salvo si Roma perece?
"Quid salvum est si Roma perit" .
MUERTE DE ALARICO
Tras el saqueo de Roma Alarico y su pueblo se dirigen al sur de Italia, su intención es pasar a Sicilia y desde allí alcanzar África, el granero del Imperio. En su camino Nola y otras ciudades son saqueadas y desde Regium(actual Regio) tratan de pasar en una flota a Sicilia, sin embargo una tormenta hunde parte de la flota y dispersa al resto. Su pueblo compuesto ahora por una amalgama de godos, esclavos, vándalos, romanos, hunos, y gentes de otros pueblos que se habían cohesionado bajo su liderazgo no sabe ahora cual será su futuro. Junto a él viajan Ataulfo, Gala Placidia, la hermana de Honorio que había sido apresada en Roma, el depuesto emperador Atalo, obispos como el arriano Sigesarus. Todos ellos junto a sus carromatos llenos de los tesoros, saqueados a lo largo de años de viaje, se desplazan ahora hacia el norte. Alarico, ante el naufragio de sus naves, desiste de sus intenciones de establecerse en África y se dirige a Consenza, donde con tan solo 40 o 45 años encontrará inesperadamente la muerte. Y digo inesperadamente porque lo normal es que un rey guerrero como lo fue Alarico muriera en una conspiración o en el campo de batalla, sin embargo fallecerá, por lo que parece, de muerte natural.
Representación del entierro de Alarico en el río Busento.
Nos cuenta Jordanes, que escribió mas de ciento cincuenta años después que al ser un rey sin reino, sin capital en el que enterrarlo Ataulfo y sus oficiales decidieron enterrarlo allí mismo, pero en un lugar secreto donde nadie pudiera profanar su tumba ni ofender su descanso. Se desvió el río Busento y se cavó una gran tumba en su lecho. Una vez depositado Alarico con los objetos que se consideraron necesarios a su dignidad real, se hizo pasar de nuevo el río por su cauce natural y se mató a los prisioneros que habían intervenido en la realización del enterramiento. El relato de Jordanes ha dado lugar a toda clase de composiciones poéticas y románticas tanto literarias como musicales y han sido numerosos los que proponen excavar el el lecho del río, aunque el Busento continua guardando celosamente el secreto y los tesoros del primero de los reyes visigodos, Alarico.
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FUENTES PRIMARIAS.
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