En pleno centro de Salamanca, en uno de los rincones más bellos y emblemáticos del casco histórico, como es la Plaza del Corrillo, se encuentra la Iglesia de San Martín de Tours, el edificio románico más significativo de la capital, junto con la Catedral Vieja, fundado en 1103 sobre una antigua ermita del siglo XII en el barrio de los toresanos, repobladores zamoranos de la ciudad.
Antiguamente era conocida también como San Martín del Mercado, o San Martín de la Plaza porque durante muchos siglos el único edificio era esta Iglesia de San Martín, que fue el centro político y social de la ciudad, donde se reunían el Concejo y los salmantinos. Posee una planta de tres naves, la central con bóveda de cañón apuntada y las laterales de aristas, careciendo de crucero y cúpula, y finalizando en ábsides circulares, con la peculiaridad de que actualmente no son visibles al exterior, pues la iglesia se halla embutida entre edificaciones adosadas. A lo largo de su historia ha sufrido numerosos problemas estructurales desde el mismo siglo XIII, pues el sistema de cubierta de la iglesia no era el adecuado para soportar las cargas y empujes de las bóvedas, amenazando ruina, lo que ha originado cuatro profundas restauraciones arquitectónicas en los siglos XIII, XV, XVIII y XIX.
De las tres espléndidas portadas románicas de acceso al interior que originalmente tiene, actualmente solo una aparece al exterior, la Puerta del Obispo, visible en la Plaza del Corrillo, románica con varias arquivoltas, una de ellas lobulada, como las zamoranas, y coronadas por una escultura policromada de San Martín a caballo partiendo su capa para compartirla con un mendigo. La Puerta del Mediodía, que tiene un añadido renacentista construido en el año 1586 sobre la primitiva portada románica. La tercera portada, románica de transición, es la Puerta del Poniente, que fue cegada y reconvertida, en época barroca, en la Capilla del Carmen. En 1958 fue descubierta después de permanecer varios siglos oculta.
Aparte de los elementos románicos, y debido a sus múltiples restauraciones, entre sus joyas destacan el coro de estilo isabelino en el siglo XVI, al que se accede por una escalera renacentista, el retablo mayor construido por Alberto Churriguera en 1731 y la serie de sepulcros góticos de mediados del siglo XV.
La preocupación por la estabilidad de la iglesia ha motivado que este edificio formara parte del conjunto de monumentos incluidos en el Proyecto Románico Atlántico, una iniciativa que enfoca sus recursos en la restauración del patrimonio cultural para su conservación. En 2015, gracias a este Proyecto Románico Atlántico, San Martín de Tours fue restaurada para convertirse en Punto de Información de dicho proyecto con un recorrido expositivo. Se monitorizó para vigilar, controlar y analizar la evolución de cada uno de sus problemas estructurales que hoy día sigue sufriendo. También se aprovechó esta intervención para recuperar la rica portada románica con policromía original cegada durante tantos siglos y que hoy se muestra espléndida.
CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA
Una idea de Paqui para Curiosón