No en el mío. Mi vida me gusta lo suficiente como para querer apurarla hasta el final. Pienso en otras personas, en las razones que llevan a alguien a decidir acabar con su vida. Me pregunto si se arrepentirán, si durante los segundos que pasan entre que se sueltan de la cornisa e impactan contra la acera, miran hacia el suelo que se acerca a toda velocidad y piensan: "Mierda, la he cagado.".
Diría que no".
A veces me salgo de mi zona de confort. Normalmente lo hago movida por la curiosidad, no siempre sana, de saber qué lleva a un libro a situarse en los primeros puestos de las listas de ventas apenas sale al mercado. Y esto me ayuda a llevarme sorpresas de todo tipo y a acercarme a libros de todo tipo también. Hoy traigo a mi estantería virtual, Romper el círculo.
Conocemos a Lily cuando se ha desplazado al edificio frente al que vive para subir a la azotea a respirar. Acaba de pasar por el funeral de su padre y necesita tomar aire porque... bueno, porque la ha liado bonita. Allí conoce a Ryan, un chico guapo y brillante con el que no tarda en comenzar una relación. Y en esta relación no va a ser todo de color rosa.
Bien, pues me he leído un libro aparentemente romántico que está por medio TikTok y lo primero que me tocó fue investigar si es que la autora era un fenómeno de la red social o lo era el libro. Sorpresa, lo era el libro. Ha convocado a muchísimos lectores compartiendo su experiencia de lectura allí, algo que siempre es positivo y que me ha llevado a más títulos que seguramente vaya leyendo poco a poco. #BookTok
En este caso la historia parte de un funeral que da pie a conocer la relación de los padres de la protagonista. Una relación de abusos que marca a la joven y que será importante para la novela ya que vertebra la historia desde su primer amor hasta el presente llevándola a tomar decisiones que marcarán su vida. Y es que romper el círculo gira en torno a las relaciones tóxicas y la forma de enfrentarse a ellas en un momento en el que veníamos de novelas de corte romántico marcadas por personajes autoritarios hasta decir basta que a mi, personalmente, no me gustaban. Aquí la autora refleja una realidad que sigue estando presente en una sociedad contemporánea utilizando para ello a Lily, a quien enfrenta de forma frontal con los fantasmas del pasado y los demonios del presente buscando reacciones cotidianas lejos de los artificios extremos en este tipo de novelas. Narrada en primera persona, la autora da acceso a pensamientos, inseguridades, justificaciones y pesadillas que pasan por la cabeza de la protagonista que va avanzando cada vez con paso más firme en una situación en la que el lector la acompaña hasta un final que huye de los cuentos de hadas para dar carpetazo y patada realista. Esto quiere decir que si estáis pensando, como hice yo, que estábamos ante una novela romántica, puede que os llevéis un par de sorpresas. Chica conoce chico, sí, y chica recuerda y se reencuentra con otro chico, pero ni estamos ante un romance young adult ni estamos tampoco ante una historia de amor con triángulo de tipo alguno incluido. Hoover rápidamente deja claro que su historia se va a mover entre los matices del gris que supone la convivencia, el abuso, las justificaciones y las dudas, construyendo de este modo una historia dramática en la que ninguno de los personajes son demonizados (bueno, ahora que lo pienso, el muerto de la primera página... pero lo merece). Esto provoca una inquietante sensación de normalidad en la que el lector se ve cómplice de más de una reacción social actual y sufrirá más de un escalofrío por haber caído en la trampa aunque sea por apenas un par de segundos. Y es que dibujar una situación de abusos con realismo supone meterse en la maraña de sentimientos y sensaciones de quien lo vive y que es casi imposible de entender para quien lo ve desde fuera, por eso es tan importante la primera persona. Y Hoover lo hace de forma notable dejando claro que hay líneas insalvables y proporciona, como ya he dicho, el perfecto final que deja claro que, si bien no vivimos en un cuento de hadas y los happy ending no son siempre como nos los dibujan, hay muchas maneras de terminar bien una historia. Sin dramatismos ni sentimentalismos extremos.
Romper el círculo es una novela que me ha sorprendido por los matices, por la complicidad y por la capacidad de la autora para hacer dudar al lector más de lo razonable. Me ha gustado. Y es una historia de amor, del más importante de todos: el amor propio.
Y vosotros, ¿os dejáis llevar por las listas de ventas movidos por la curiosidad?
Gracias.