Madrugada de un día de invierno. El salón de mi casa parece el refugio de unos hackers. Comprobando velocidad fibra óptica. Revisando reloj atómico. Un portátil y un ordenador de sobremesa sincronizados. Cuatro manos preparadas para….. no coger dorsal en Ronda en la modalidad individual. … pues nada. Este año no hay Ronda. Se acabó. Iré a echar fotos y a acompañar a amigos y conocidos. No podré entrar en La Alameda después de estar un año entrenando para ello. Después de salir de la lesión que tenía desde Ronda del año pasado. Qué se le va a hacer!!! Las cosas pasan porque tienen que pasar.Y tanto que pasan porque tenían que pasar. Unos cuantos días después recibo llamada y mensaje whasapero. “Te quiero en mi equipo”. Ostras!!! Genial!!!! Cuentan conmigo para formar equipo. El mejor regalo que me podían hacer. Y eso sólo lo entienden los cientouneros enamorados de los 101 kms de Ronda. Vuelve el stress. Vuelve el madrugón. Vuelven las comprobaciones. Y….. siiiiiiiii!!!!! Entramos!!!!!! El equipo está dentro con dorsal!!!. Subidón, subidón!!!!Siempre he ido con mi “equipo” a Ronda, menos el año pasado que la hice sola porque ya se veía desde el principio que iba lesionándome y no quería arrastrar a nadie conmigo en el caso hipotético que me retirase, cosa que no pasó. Entré coja pero entré. Ahora era equipo oficial. Y era un equipo …. uffff… muy especial. Por antigüedad…. el maestro Rafa Iza, cientounero…. no sé ya cuántas pruebas de tres cifras tiene entre Ronda y Mérida más alguna más por ahí. Rafa es la experiencia, la mesura, la cabeza, el consejero perfecto (te aconseja no te impone su opinión). A continuación Cayo…. un líder nato. Lo que no una Cayo es que no es posible ser unido. Después Sandra, los ojos más bonitos del ultrafondo. La constancia, la tenacidad. La he visto entrar llenita de dolores pero entrar al fin y al cabo. La persona que me inició en esta locura: con ella hice mi primera prueba, las 7 Playas, la larga. Qué bonito era compartir con ella al fin una prueba y compartir con ella Ronda. Y ahora llego yo: la enamorada de los 101 kms de Ronda, de Ronda, de La Alameda y de La Legión y el Credo Legionario. La que era capaz de tomar la salida cojeando porque tenía dorsal ganado en la Liga Rondeña y la que era capaz de llegar a meta cuando nadie daba un duro por ella. La que lucha contra su lado sensato que constantemente le dice “jamía, ya tienes una edad….. haz el favor de no destrozarte….”. Pero dejo para el final el elemento más importante y motivador del equipo: Ángel Vidal. Era el objetivo del equipo: que entrase en La Alameda para terminar su primera carrera de tres cifras y además ganarse la coraza: esa equipación especial que te conceden los Pretorianos cuando has terminado una prueba de tres cifras siendo “preto”. Y a fe mía que se la ganó a pulso. No he vivido una edición más sufrida, más trabajada, más disfrutada y no creo que esto se pueda repetir. Lo que allí pasó quedará para el recuerdo de los cinco que formábamos el equipo y por mucho que lo contemos siempre se nos quedarán sensaciones y sentimientos sin expresar. Una vez con dorsal empezamos los entrenos: los miércoles, fecha y hora fijas. Siempre saliendo de Tomares. Siempre el mismo recorrido de hora y pico. Comparando avances: tanto en la duración (uy ya estamos aquí? hoy se me ha hecho cortísimo!!!) como en nosotros mismos (“como no me adelgacéis os echo del equipo!!!”, Rafa dixit, jajajajajajaja). Han sido unos meses geniales. Ha sido divertida la preparación, como suele pasar. Y llega la semana previa. Nervios? Noooo lo siguiente. La responsabilidad de todos de saber que teníamos un sueño: entrar en La Alameda con Ángel. Él con la presión de saber que apostábamos por él. Y viene la histeria del barro: barro sí, barro no, lluvia, virgencita virgencita vete a echar agua a otra parte jamía que ya Ronda tiene toda la suficiente. Empezamos con listas de materiales, bolsas para un sitio, bolsas para otro. Y ya estamos en viernes. Ya estamos en Ronda.En casa es una tradición entrar en Ronda el viernes previo a la prueba con música legionaria a toda pastilla y ventanas bajadas del coche a tope. Y ya estamos aquíiiii!!!!. Saludos a los amigos, a los conocidos de Facebook (poniéndoles caras de verdad), nervios previos, y …. se pone a llover!!! ¿Cómo? Si hoy no daba agua en Ronda…. ofúuuu verás mañana el país del barro y lo que no es el país del barro.Sábado por la mañana. Inauguramos bar. Todos nos deseamos ánimos. Y para la salida. Allí quedamos en vernos todos los pretorianos. Fotos de rigor. Mi equipo de apoyo, mi hija Lara y Abencio H+QNC están con Chito el speaker. Vamos calmando los nervios previos con mucha agua y fotos, muchas fotos. Qué nos gusta una foto!!!! Y el día amanece inmejorable. Sin llover!!! Y sin mucho calor. Genial para los que corren mucho y genial para los andarines. Antes de salir, la arenga de Abencio…. como escarpias…. y los legionarios…. y los vivas…. y vamos que nos vamos. Qué pasada de salida!!!
Como yo voy peor en las cuestas, salgo la primera de Alcalá y empiezo a ir al ritmo del II Tercio. Ir con los legionarios es …. algo que hay que vivir al menos una vez. Yo había oído hablar de sus marchas pero nunca había caminado con ellos. Ellos cogen su paso y ahí lo llevan…. llueve, ventee, haga calor, o lleven horas. Así que vamos que nos vamos.
Al poco se me une el resto del equipo y nos plantamos en Setenil. Seguimos bien. Pero al salir de Setenil, Rafa se queda con Sandra y nos dice a los demás que tiremos palante. Todos entendemos que ahora Sandra no está fina y le toca a él hacer el trabajo. Pero tras el primer avituallamiento tras Setenil Sandra no se encuentra bien y dice que lo deja. Ángel va por delante con José Luis y Sandra nos pide que no le digamos a Ángel que se ha retirado hasta que no hayamos pasado el siguiente avituallamiento y estemos lejos de puntos de escape. Y se queda. Y el niñoManu con ella, y nos va informando de si la acogen, la desalojan y de si hay algún otro problema. Y cuando la deja en buenas manos sale a reunirse con nosotros. Y yo sé que ella quiere que lleguemos porque se lo debemos. Y seguimos. ¡Qué duele dejar a un compañero! Pero había que seguir…. seguía el sueño de acompañar a Ángel en su entrada en La Alameda. Jose Expósito sale que se las pira. El cuerpo le pide correr y él está fuerte, muy fuerte. Ya nos aguantado tela jajajajaja, y sigue preguntando a todo el mundo que cuánto falta para Arriate, lo cual causa espanto al personal y a nosotros carcajadas para dar y repartir.
Y cuando empezamos a bajar me da por correr y soy yo la que dice “izquierda!!” y los paso y volvemos a encontrarnos en Montejaque para tomar café. Y allí nos volvemos a reunir los cuatro del equipo. Demonio superado: subida a la ermita hecha!!! Nada que ver con la edición del año pasado donde no subía, me arrastraba. No di botes de alegría porque eso no lo entendería nadie: ver a una loca dando botes porque ha hecho la subida y la bajada a la ermita.
Tres pulseras rojas y gualdas... tres Rondas terminadas....