El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, con el presidente
Es curioso que faltando 45 días para celebrar las Elecciones Generales el 20-D, el presidente del Gobierno de España, esté realizando una ronda de contactos con los líderes políticos para buscar un pacto de Estado contra el independentismo desafiante en Cataluña.
Ya dije en otro escrito mío publicado el 2 de noviembre de 2015, yque titulé "Cada vez es más tarde", Rajoy ha tenido mucho tiempo para acercar pasturas mediante el diálogo y no con su monólogo que ha practicado hasta ahora.
Está claro que ante las Elecciones Generales que se avecinan Rajoy quiere hacer valer su postura intransigente sin escuchar al otro.
Ha convocado al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciudadanos (C's), Podemos. Izquierda Unida (IU), Foro Asturias, Unió, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro. También llama a los sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CCOO) y a la patronal CEOE.
Recuerdo en mis años mozos cuando el sereno del barrio hacía la ronda de los portales que tenía asignados, cuando algún vecino llegaba al portal en donde vivía daba unas palmadas y gritaba ¡sereno! y acudía con las llaves para abrir dicho portal.
Mas, con Junts pel Sí y la CUP, ha dado unas palmadas a Rajoy y le ha dicho que lo de la independencia va en serio, desde que hace tres años se lo indicara.
Rajoy cree que con una ronda adecuada a sus gustos va a solucionar un problema con unas palmadas amigables a los que piensan como él. Rajoy, pensó y ha pensado a lo largo de estos tres años que podía resolver esto el solo, como ha hecho en otras actuaciones.
Pero este tema es de importancia relevante, tanto para los catalanes como para el resto del conjunto de los españoles. Las rondas se producen casi siempre para celebrar algo y no para encrespar más el ambiente creado por esta manía de hacer lo que le ha venido en gana al presidente, por tener mayoría absoluta en el parlamento de la nación.
A Mariano Rajoy solo le gusta oír lo que dice él sin escuchar al otro sus posibles propuestas y razones. Un buen político tiene que saber escuchar a los que no piensan como el y entre todos sacar conclusiones válidas y aplicarlas.
Pues si esto no es así, huelga hacer ronda de contactos.