¿Ropa interior “inteligente”? ¡La ropa 2.0 está llegando!

Últimamente hemos podido leer bastante sobre biosensores (en este blog hemos escrito un poco al respecto). Aunque para ciertas cuestiones siguen en desarrollo e investigación, hay otros que ya están disponibles para su uso (incluso he tenido la oportunidad de ver alguno funcionando, quedando muy positivamente sorprendido con el resultado observado: Nuubo).

Tengo la sensación de que esta tecnología va a entrar en breve en nuestras vidas de lleno y que las va a cambiar por completo. Todos sabemos que los costes de estas cosas bajan muy rápidamente y el nicho de mercado disponible es tan amplio y jugoso que no creo que se tarde mucho en hincarle el diente.

Calzoncillos "inteligentes"

Hoy os hablaré de la última prenda de este tipo sobre la que he leído: la ropa interior “inteligente”. La verdad es que me chirría bastante poner la etiqueta de “inteligente” a un simple sensor, pero se las denomina así tan ampliamente para diferenciarlas de las prendas normales, que alguna referencia ocasional tengo que hacer, aunque, eso sí, entrecomillada. Auguro que cuando esta tecnología se lance al mercado, se denominará “ropa 2.0“, para diferenciarla de nuestra arcaica “ropa 1.0″ que todos usamos hasta ahora… si no, tiempo al tiempo.

Yendo al grano, lo primero que me gustaría destacar es la idoneidad de la prenda seleccionada. Una cosa que me llamó la atención de otras prendas de este tipo que he visto (camisetas, por ejemplo), es la necesidad de depilación que tienen, pues estos sensores necesitan estar en estrecho contacto con la piel… por no hablar de la necesidad de usar camisetas ceñidas (poniendo de manifiesto michelines, jejeje). En el caso de los deportistas de élite, puede no suponer un problema… pero, ¿os depilaríais el torso para usar una camiseta de estas? Yo no, desde luego. Sin embargo, la zona del elástico de la ropa interior no tiene pelo y el contacto continuo está garantizado.

Como ya he hablado de estas prendas anteriormente, no me gustaría repetirme narrando las múltiples aplicaciones de las mismas. Pero sí me gustaría comentar algunas para las que se está investigando y que me ha llamado la atención:

• Monitorización de fármacos: nos ofrecería una información valiosísima sobre la adherencia al tratamiento de nuestros pacientes.
• Monitorización de drogas: podría asestarle un duro golpe al dopaje en el deporte.
• Detección de heridas: de uso militar, en teoría, podría detectar un sangrado y aplicar tratamiento local a la herida (analgesia, antibioterapia, vasoconstrictores -para reducir el sangrado hasta la llegada de asistencia-, presión local -con algún sistema neumático incluido en la prenda, podría aplicarse presión en una herida en caso necesario-).

Como os comentaba, no creo que tardemos en ver (y usar) estas prendas 2.0… si consigo alguna, no dudéis que publicaré mis comentarios al respecto en este blog.

Fuente: RSC Publishing.