Tras separarse de Taste y dejarnos un primer disco absolutamente mágico, Rory Gallagher, el irlandés de fuego, decidió escribir otro capítulo histórico para la música rock. Le llamó “Deuce”. Solamente el paso de los años, logró situar a este disco en el lugar que le correspondía, ya que en un principio recibió críticas negativas.
Es ésta su obra más íntima, quizás no tan dura como otras, pero rebosante de calidad y sentimiento. Rory juega aquí con el folk, pero también con el blues y el rock. Canciones como “I’m Not Awake Yet” – todo un hit que abre el elepé – o “Don’t Know Where I’m Going”, impregnada de un bello aire folk, son el mejor ejemplo de su grandeza.
“In Your Town” es un magistral blues rock en donde se capta la influencia de mitos como Muddy Waters. Otras pistas que completan el LP son: “Used To Be” – una joya de tema – , el apoteósico “Whole Lot Of People”, poseedor de un cierto aire al rock de los 50, un bello “Should’ve Learnt My Lesson”, en dónde por un momento, nos recordará a un viejo bluesman americano.
“Out of my mind” es una preciosista balada de toques country, y finalmente cierra el disco con “Crest Of Wave”, ejecutado a un ritmo trepidante con un inolvidable riff de guitarra.
El álbum, se grabó en los Tangerine Studios de Londres, fue producido por el propio Rory Gallagher e incluye 10 pistas. Segundo en su discografía, fue publicado en 1971 por el sello Atlantic Records, y en 1999 fue reditado nuevamente incluyendo una pista más llamada “Persuasion”. Como ya es habitual, haremos mención a los músicos que hicieron posible la realización del disco: Rory Gallagher (guitarra eléctrica, voz y armónica), su inseparable Gerry McAvoy (bajo y coros) y Wilgar Campbell (batería).
Así concluye esta obra maestra, cortesía del legendario Rory Gallagher. Un tipo de carácter sencillo, que nunca se dejó manejar por las discográficas. Se alejaba de las producciones mastodónticas y de las portadas. Lo único que le importaba era la música.Cuando su popularidad aumentó, después de los conciertos entraba a los bares para tomar un par de cervezas con la gente que lo había visto. Una vez, estando de gira, sus representantes describieron como recorrió media ciudad buscando a un músico callejero para darle dinero. Jamás se alejó de la peña. Jamás se vendió.
Rory Gallagher falleció el 14 de Junio de 1995 de un fallo hepático, derivado de su alcoholismo crónico. Tenía 47 años. Muy poco tiempo antes de su muerte, se quejó de que no se le había reconocido lo suficiente su labor en el rock y en el blues. Es el alto precio que desafortunadamente, un músico tiene que pagar por hacer lo que quiere.
A nuestro juicio, representó a la perfección los sentimientos, ideales y actitudes del rock.