Revista Cultura y Ocio
Rory Gallagher, el excepcional guitarrista irlandés, editó en 1978 Photo Finish. Se trata de un trabajo que quizás no tenga el renombre o la energía de otros míticos discos como Tattoo o su debut, pero desde luego es un muy buen disco, con temas excepcionales y muy variados. Es una piedra de toque muy buena si te metes a fondo con este artista de primeras, y es una buena muestra de lo que era capaz. Un tipo que mezclaba rock y blues de manera bestial, y que sobre todo anteponía las canciones a él mismo, en ese sentido se diferenciaba de muchos otros, es decir los temas están pensados para que sean buenos, y no sólo para su exclusivo lucimiento personal, del que por cierto, tocando la guitarra iba muy sobrado.El álbum fue grabado en Alemania con Chrysalis Records, compañía británica y tenía a Gerry McAvoy al bajo, a Ted Mckenna a la batería y el gran Rory tocando guitarra, cantando, y tocando armónica y mandolina, ahí es nada.La pepita de oro de este álbum, y tiene varias como decía antes, creo que es Shadow play cuya interpretación en el Festival de Jazz de Montreux un año después, es de caerse de espaldas.Os dejo con Shadow play en vivo en Montreux en 1979.