Hoy 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, queremos reivindicar el importantísimo papel que tantas mujeres han desempeñado y desempeñan en la historia y la cultura cervecera. Para ello, queremos rendir un homenaje a Rosa Merckx, la primera maestra cervecera en Bélgica y directora de operaciones de las cervezas Liefmans.
La mujer y la cerveza
La mujer ha jugado un rol central en la historia de la cerveza. Fueron las mujeres las inventoras de esta bebida de cereales hace 7000 años, en Mesopotamia. Además, durante mucho tiempo fueron ellas las que se dedicaban en exclusiva a producir y comerciar con cerveza. Ya en la Edad Media, la abadesa Hildegarda de Bingen fue la primera persona en añadir lúpulo a la cerveza. Este descubrimiento cambiaría para siempre su elaboración. Gracias a él fue posible conservar la cerveza durante más tiempo y esta adquirió su amargor característico.
En la actualidad, es un hecho que el número de mujeres dedicadas a la producción de cerveza es cada vez mayor. Anne-Françoise Pypaert, maestra cervecera de Orval y Krystle Traen, responsable del sabor y la calidad de las cervezas Viven, son dos extraordinarios ejemplos de un sector en el que las mujeres cada vez tienen un mayor protagonismo.
La primera maestra cervecera de Bélgica
Hoy nos centramos en la figura de la legendaria maestra cervecera de Liefmans Rosa Merckx. Ella fue la responsable de poner a las cervezas lámbicas y de fermentación mixta Liefmans en el mapa cervecero. Además, fue la primera maestra cervecera de Bélgica. Gracias a su gran talento, las cervezas artesanas Liefmans se convirtieron en todo un referente en el sector de la cerveza belga.
La misma Rosa cuenta que en la década de los 1940 en la localidad de Oudernaarde, lo habitual era que una mujer joven se quedase en casa hasta encontrar un marido. Su espíritu inconformista la llevó por un camino diferente. En aquellos días, Rosa se dedicaba a estudiar teatro y ballet, era voluntaria de la Cruz Roja, jugaba al baloncesto y fue la primera mujer de su ciudad en conducir un coche.
El éxito de las cervezas Liefmans
En 1946, Rosa Merckx, también conocida como Madame Rosa, empezó a trabajar como secretaria en la fábrica de cerveza Liefmans, situada en el mismo Oudernaarde. Un día, su jefe Paul Van Gheluwe, dueño de la cervecería, le pidió que probase la cerveza y ella le dijo que estaba demasiado ácida. De esta forma, siguiendo su consejo, se reelaboró la receta de Liefmans Goudenband, convirtiéndola en una cerveza más suave y con un sabor más complejo y refinado.
Con el transcurso del tiempo, Van Gheluwe cada vez requirió más de la ayuda de Rosa para diversas tareas, hasta que acabaron elaborando la cerveza de forma conjunta. Rosa comenta sobre su trabajo en la cervecería que: «Me atrajo la fragancia de la malta y el lúpulo. Junto con las idas y venidas en la cervecería, el ajetreo. Una cervecería está viva, como su cerveza«.
Rosa Merckx, directora de operaciones
Paul Van Gheluwe murió en 1972 de forma súbita y su familia pidió a Rosa Merckx que tomase el control de la cervecería. Merckx fue una extraordinaria maestra cervecera, que con su visión y talento llevó a Liefmans al éxito. Además, trabajó incansablemente para exportar Liefmans a numerosos mercados.
Según sus propias palabras: «La cerveza es un producto vivo. Tiene alma. No habría podido seguir trabajando durante tanto tiempo con un producto sin alma o en una oficina administrativa».
Merckx estuvo al frente de Brouwerij Liefmans hasta el 1990. En la actualidad, Liefmans pertenece al grupo cervecero Duvel-Moortgat, quien lo adquirió en 2008. Sobre esta adquisición, Rosa comenta: “Fue uno de los días más felices de mi vida. Sabía que estábamos en buenas manos”. Rosa Merckx todavía vive cerca de la cervecería Liefmans y su firma sigue adornando los envoltorios de las botellas de Liefmans Goudenband y Liefmans Cuvée Brut.
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