Revista Opinión

Rosa Montero – La Carne

Publicado el 17 noviembre 2017 por Carlosgu82

SIPNOPSIS

Una noche de ópera, Soledad contrata a un gigoló para que la acompañe a la función y así poder dar celos a un examante. Pero un suceso violento e imprevisto lo complica todo y marca el inicio de una relación inquietante, volcánica y tal vez peligrosa. Ella tiene sesenta años; el gigoló, treinta y dos.

Desde el humor, pero también desde la rabia y la desesperación de quien se rebela contra los estragos del tiempo, el relato de la vida de Soledad se entreteje con las historias de los escritores malditos de la exposición que está organizando para la Biblioteca Nacional.

‘La carne’ es una novela audaz y sorprendente, la más libre y personal de las que ha escrito Rosa Montero. Una intriga emocional que nos habla del paso del tiempo, del miedo a la muerte, del fracaso pero también de la esperanza, de la necesidad de amar y de la gloriosa tiranía del sexo, de la vida entendida como un lance fugaz en el que devorar o ser devorado.

OPINIÓN PERSONAL

Confieso que con este libro me tiré al abismo sin saber si quiera de que iba. Este tipo de libros no son los que suelo leer, normalmente leo literatura del siglo XIX, pero sí que había leído buenas opiniones de la autora, Rosa Montero, y es por ello que decidí leer algo de ella, empezando por “La carne”.

La historia comienza con la incertidumbre de Soledad de qué hacer ante su situación. Soledad está llena de ira, rabia y quiere mostrar a su exnovio que ella también puede encontrar a otro hombre y ser feliz, pero la verdad es que no tiene nadie a quien acudir para hacerse pasar por su pareja e ir al teatro donde cree que encontrará a su ex, por lo que opta por contratar a un gigoló. Pero esto no es fácil para ella, es la típica chica caprichosa, enamoradiza y desgraciada que con 60 años tiene un tremendo miedo a envejecer y a no ser amada.

Lo más característico de la novela es la visión que te da de la protagonista y la realidad que está contando. Según vas introduciéndote en sus párrafos las situaciones en las que se ve Soledad las asemejas como una vía instancia de una chica joven, de unos 30 años, que su novio la ha dejado y esta decide vengarse, hasta que te das cuenta que no, que esto no es así, ella tiene 60 años. A la misma vez la protagonista dota de una personalidad aparente de una mujer algo inmadura, que no sabe qué hacer con su propia vida.

Con esto me hace reflexionar sobre la visión que tenemos los jóvenes de las personas mayores de cuarenta años, creemos que a su edad no pueden enamorar a alguien, que salir de fiesta es inapropiado en gente de su edad y es incierto. La autora hace ver que no se necesitan veinte años para enamorar a un chico joven, si no que simplemente con su temperamento es capaz de enamorar a cualquiera.

Este tipo de libros suelen ser de los pocos predecibles, mientras te vas introduciendo en sus párrafos crees saber lo que sucederá, sin embargo, te asombras con lo que realmente pasa en la historia.


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