Esta novela es un paso adelante. Rosa Ribas mejora su anterior salida editorial y nos entrega una novela mejor escrita, más sólida. Tiene un perfecto dominio sobre su personaje y sobre la historia que nos cuenta, domina a la perfección el tema y se ajusta adecuadamente a lo que quiere contar: la muerte de un publicista en medio de unos momentos decisivos para que a la empresa en la que trabaja le adjudiquen un contrato muy importante. No le cuesta al lector creer en la comisaria Weber-Tejedor ni en sus andanzas policiales. No le cuesta meterse dentro de la agencia de publicidad, conocer a sus integrantes, seguir la investigación. Tampoco le cuesta seguir la historia de creciente desamor entre la comisaria y su marido. Y, sin embargo, tras la corrección del conjunto pueden surgir algunas dudas, porque "Con anuncio" es una novela bien planteada, bien llevada y bien resuelta que se crea unos límites muy marcados y permanece a la fuerza dentro del espacio previsto y no saca un solo pie del territorio establecido, algo a lo que se ha sujetado quizá demasiado firmemente su autora. Y es que Rosa Ribas es mejor escritora que antes, no se deja llevar por lo fácil ni por lo manido, cuida más el lenguaje y la estructura de su novela es impecable. Pero no debe conformarse. El deseo de hacer una novela bien hecha ha cuajado plenamente en este intento. Y el oficio lo tiene, los materiales sabe elegirlos, el respeto como escritora se lo ha ganado (algo que algunos que trabajan en las tierras del género nunca obtienen). Por eso espero que en las próximas salidas de la comisaria Weber-Tejedor, Rosa Ribas sea cada vez más atrevida y libre y apueste por la novela negra plena, deje de lado un cierto conformismo tan común en esta época en que mandan tanto los que quieren un producto bien acabado y apueste decididamente por mostrar a la buena escritora que lleva dentro y que destaca a notable altura en algunos de los mejores momentos de "Con anuncio", que es un paso adelante pero aún lejano de la cumbre como creadora de esta escritora a la que le queda mucho que decir y a la debemos exigirle más, pues sin duda podrá con todos los retos.