El mal querer (Sony Music, 2018) era el disco más esperado del otoño. Y no solo en España, sino en buena parte del mundo. Para generar esta inusual expectación, Rosalía Vila Tobella (Sant Esteve Sesrovires, Barcelona, 1993) había puesto sobre la mesa dos singles, Malamente y Pienso en tu mirá, que acumulan 50 millones de escuchas en streaming y otros 50 millones con sus correspondientes videoclips. Y que han levantado muchas ampollas por su experimentación y su transgresión desde el flamenco más tradicional.
Tras ganar dos de los cinco Latin Grammy a los que aspiraba, la barcelonesa es ya un icono global para toda una nueva generación. Y antes de todo esto, anunció el lanzamiento de El mal querer en las pantallas gigantes de Times Square en Nueva York, rodó con Pedro Almodóvar, fue aclamada en las redes sociales por celebrities internacionales, actuó en el prestigioso programa de Jools Holland en la BBC y presentó su álbum en la plaza de Colón de Madrid ante 11.000 fans.
Es el momento de la verdad para Rosalía, en definitiva, quien se refiere a El mal querer como su "tesis", su "proyecto de final de carrera" para completar el Título Superior de Flamenco en la Escuela Superior de Música de Cataluña. "Pensaba en desarrollar sobre todo un concepto de directo partiendo de un marco flamenco, pero que no tuviera nada que ver con un espectáculo tradicional de flamenco", plantea en entrevista con Mercadeo Pop.
Y a este respecto añade: "A partir de ahí empecé a desarrollar el concepto del álbum, las canciones, empecé a componer, a producir y a experimentar con la electrónica. Todo ha sido un proceso largo de dos años y medio con muchas horas en el estudio investigando. Quería hacer un proyecto con el uso del sampleo y empecé justo cuando terminaba de grabar Los Ángeles -su disco de debut de 2017-".
Prosigue explicando que quería que "la voz estuviera en el centro y hubiera muchas armonías vocales". "Con inspiración en la música africana y el canto gregoriano. La música urbana también está, pero en realidad es anecdótica", plantea, para acto seguido rematar: "Al final creo que es un trabajo de inspiración flamenca pero con un entorno de otros géneros".
Aclara, asimismo, que El mal querer es "un proyecto con varios pilares: disco, directo y visuales". Con una narrativa conceptual, además, que "gira en torno a una historia de amor con aristas". "Investigo sobre la forma de amar y relacionarnos", apunta, remarcando además que cada canción es un capítulo en esta "tragedia" que va desde el 'Augurio' hasta el 'Poder', pasando por 'Boda', 'Celos', 'Disputa', 'Lamento', 'Clausura', 'Liturgia', 'Éxtasis', 'Concepción' y 'Cordura'.
Durante esta sucesión de capítulos, el personaje femenino protagonista va evolucionando hasta el empoderamiento más absoluto. "Visualizaba al personaje femenino tomando poder y madurando al final. También eso conecta conmigo y con mi forma de hacer música porque mis canciones siempre tienen ese contenido de poder femenino", explica, para luego profundizar: "Siempre voy a reivindicar la imagen de la mujer poderosa y al final el personaje femenino se ve de esta manera".
Partiendo de una novela de autor anónimo del siglo XIV titulada Flamenca, Rosalía desarrolla su propia trama para entregar "una obra redonda que no es solo una colección de canciones". El resultado es tan personal como inclasificable y por eso ella misma reflexiona en voz alta: "Es flamenco si consideras que la inspiración flamenca está suficientemente presente para encasillarlo ahí. Es pop si consideras que el alcance es grande o lo puede tener. Y es experimental si consideras que está hecho con riesgo".
SU FORMA DE SENTIR EL FLAMENCO
Recalca también la catalana que El mal querer es como ella siente "el flamenco aquí y ahora", consciente además de que eso puede cambiar en cualquier momento. Por eso afirma que tiene que "estar en constante movimiento, aprendiendo y nunca estancándote como músico, rebuscando siempre". "Mis cimientos son del flamenco, esa es mi base y mi visión siempre es desde este género pero de una manera libre, abierta y desprejuiciada", remacha.
Defiende por ello que para que los géneros se mantengan vivos tienen que "estar en movimiento, con artistas que rindan homenaje a la tradición y a las raíces y otros que agiten el status quo". Así, tras recordar que El Capullo de Jerez estuvo en la última edición del Primavera Sound, destaca que "el flamenco es valoradísimo en todo el mundo y no tiene fronteras porque va directo al corazón". "Entiendo que mi música no le va a gustar a todo el mundo porque ante todo tomo riesgos",apostilla.
Entre esos riesgos estaba el de terminar recargando demasiado unas canciones repletas de referencias y en las que las palmas se mezclan con 'tubarros' y derrapes. Concede Rosalía que "a medida que vas avanzando en un proyecto creativo es importante quitar capas" y reconoce también que su intención era hacer "un trabajo minimalista, aunque algunas canciones tienen una producción un poco cargada". "Pienso en tu mirá a lo mejor ahora la descargaría un poco, pero es que las canciones siempre están en movimiento", admite.
Y más que orgullosa del resultado final, indica que todo este proceso de más de dos años le ha ayudado a "crecer como compositora y productora" después de haber pasado tantísimas horas en el estudio. "Ha sido muy sacrificado, he perdido otros muchos momentos, pero ha merecido la pena y me siento muy realizada. No era evidente que se pudiera encontrar un sonido tan rotundo y radical y eso se ha logrado a base de investigar", asegura, deshaciéndose de paso en elogios hacia su gran aliado, el productor canario El Guincho.
ÉXITO SORPRENDENTE
Confiesa Rosalía por otro lado que le sorprende la repercusión de Malamente y Pienso en tu mirá, así como la expectación creciente que gira en torno a su persona. Eso sí, destaca que aunque desde la experimentación, estas canciones nacieron con la "intención de que fueran emocionantes para todo el mundo y llegaran a la gente".
"Pero todo esto es una sorpresa. Me siento agradecida de hacer la música que me gusta y en la que creo. No hago concesiones, mi proceso creativo es el que es y no lo cambio", dice rotunda, al tiempo que muestra una luminosa sonrisa al apuntar que mucha gente que no entiende las letras conecta con su música: "Que a Kourtney Kardashian le guste Malamente... Me explota la cabeza y me hace ilusión porque hace que mi música rompa más fronteras".
Desde su propio éxito internacional, plantea la catalana la idea de que estamos "en un momento en España en el que hay una generación de artistas, más allá de la música, también en la pintura o la moda, que están haciendo algo que conecta con nuestras raíces y nuestra tradición y además conecta con lo que está pasando fuera".
"Lo que hacemos en España sale de España y no se queda solo aquí. Está pasando algo fuerte, España está en el mapa y los artistas -menciona a Diplo o Charli XCX- están mirando hacia España. Hay un momento de efervescencia creativa aquí mirando hacia dentro, hacia la raíz", concluye.
ENTREVISTA PUBLICADA ORIGINALMENTE POR David Gallardo (Mercadeo Pop) EN EUROPA PRESS