Escena uno. El Negro Palma cambia el penal por gol, firma el empate contra Temperley y Rosario Central descorcha el champagne de la gloria. Escena dos. En el estudio de No Toca Botón, Alberto Olmedo se muestra exultante y dialoga con Javier Portales. Escena tres. De pronto, deja el guión y decora su cabeza con un gorro de Central. Canta. Baila. Es su festejo delante de cámara por el título de los canallas en la temporada 1986/87. Y el recuerdo futbolero a 25 años de su muerte. El actor, se sabe, tenía el alma pintada de azul y amarillo. Y no sólo se recuerda ese momento glorioso en No Toca Botón. Alguna vez, también posó con la bandera de Central, junto a Susana Romero y Beatriz Salomón. Y desde hace unos años, una de las esquinas del Gigante de Arroyito se llama Alberto Olmedo. Es más, el ex presidente de Central, Víctor Vesco, lo recordó con estas palabras en el libro De Rosario y de Central: “Los hinchas esperábamos que Olmedo hablara del equipo y mostrara la camiseta por televisión. Era un ritual”. La caída del balcón en Mar del Plata lo hizo volar al más allá. Pero, en el corazón de Olmedo, Rosario (Central) siempre está cerca.